¿Por qué hay niños que prefieren jugar con la caja que con el regalo que hay dentro?
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En celebraciones familiares o fechas especiales, es común observar una escena que desconcierta a muchos adultos: un niño recibe un costoso regalo y, tras abrirlo, se entretiene más con la caja que con el objeto que contenía. Este comportamiento, lejos de ser casual, responde a procesos psicológicos y de desarrollo que diversos estudios han analizado, cuenta Bebés y Más.
Una investigación de la Universidad de Alabama publicada en Infant and Child Development (Burns-Nader et al., 2019) reveló que el 65% de las veces, los menores prefieren objetos genéricos como cajas frente a juguetes convencionales. La razón principal radica en la flexibilidad: mientras un juguete suele tener una función predeterminada, una simple caja de cartón puede transformarse en nave espacial, fortaleza o disfraz, dependiendo de la imaginación del niño.
Este fenómeno se alinea con la teoría de las "partes sueltas" (loose parts) propuesta por Simon Nicholson en los años setenta. Según este arquitecto, materiales no programados —como cajas, telas o recipientes— fomentan un juego más creativo y prolongado. Un experimento citado en el estudio mostró que, al reducir de 16 a 4 los juguetes disponibles, los niños incrementaron su tiempo de juego en un 50% y mostraron mayor inventiva.
Psicólogos infantiles identifican al menos tres ventajas clave en este tipo de juego:
-Autonomía: La ausencia de instrucciones permite al niño decidir cómo usarlo.
-Exploración segura: Manipular, rasgar o apilar materiales simples desarrolla habilidades motoras sin riesgos.
-Creatividad ilimitada: La falta de estructura obliga a inventar escenarios y normas.
Un caso observado ilustra este proceso: María, de dos años, ignoró una muñeca nueva para meterse dentro de la caja de embalaje, convirtiéndola en una casa para sus peluches. Este "juego simbólico", fundamental en el desarrollo cognitivo, surge precisamente de la interacción con objetos no definidos.
Recomendaciones para fomentar el juego creativo
Especialistas sugieren estrategias para potenciar esta forma de aprendizaje espontáneo:
-Priorizar materiales abiertos: Cajas, telas o envases vacíos son más versátiles que juguetes complejos.
-Respetar el ritmo del niño: Evitar dirigir el juego permite que explore por iniciativa propia.
-Reducir la sobrestimulación: Menos juguetes, pero más oportunidades para combinarlos libremente.
Mientras la industria juguetera promete diversión mediante luces y sonidos programados, la psicología infantil recuerda que los objetos más humildes suelen ser los más transformadores. Una caja vacía no solo entretiene; se convierte en un espacio donde los niños ejercitan su autonomía, resolución de problemas y capacidad narrativa.
Como señala un informe del Instituto del Juego de Boston: "La imaginación no necesita baterías". En tiempos de juguetes hipertecnológicos, este principio sigue vigente. Quizás por eso, décadas después de que generaciones crecieran con cajas como principal entretenimiento, la ciencia confirma lo que los niños siempre supieron: el mejor regalo a veces no es el que brilla, sino el que puede ser cualquier cosa.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © cottonbro studio-Pexels
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