Polvo ambiental en guarderías y su influencia el asma infantil
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Lucia
Las guarderías, esos espacios donde la risa de los niños llena el aire y la curiosidad es una moneda corriente, pueden ser mucho más que lugares de aprendizaje y cuidado infantil. Según investigadores de Inserm, el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, citados por HealthDay News, estos centros podrían estar influyendo en la salud pulmonar de los niños a través de un inesperado canal: el polvo. Pero, ¿cómo es posible que el polvo presente en estos lugares pueda tener un impacto en los pulmones de los más pequeños y, sobre todo, cómo podría estar relacionado con la prevención del asma infantil?
La Dra. Annabelle Bédard, investigadora de Inserm, arroja luz sobre este intrigante enigma. "Encontramos mezclas de diferentes bacterias y otros microbios viviendo en todas partes: afuera, dentro de nuestras casas, en nuestra piel e incluso dentro de nuestros cuerpos. Estas comunidades de bacterias, conocidas como microbiota, pueden tener efectos beneficiosos o perjudiciales para nuestra salud", explica la Dra. Bédard. La clave está en que los niños pequeños, debido a su naturaleza exploratoria, entran en contacto con estas bacterias a través de su piel, boca e incluso al inhalarlas, lo que podría influir en el desarrollo de sus pulmones a través de la microbiota presente en sus vías respiratorias, intestino y piel.
El estudio realizado por el equipo de investigación se centró en más de
100 guarderías en París, donde utilizaron una aspiradora especialmente diseñada para recolectar muestras de polvo del suelo. Estas muestras se sometieron luego a análisis genéticos para identificar los diferentes tipos de bacterias presentes. Además, se consultó a los padres de 515 niños que asistían a estas guarderías sobre síntomas respiratorios, como sibilancias, que son una señal temprana de asma en niños menores de 3 años.
Los resultados revelaron un vínculo interesante: ciertas combinaciones de bacterias, particularmente aquellas dominadas por bacterias de la familia de los Estreptococos y los Lactococos, se asociaron con un mayor riesgo de sibilancias en comparación con mezclas más comunes de bacterias. Esto sugiere que la exposición a estas combinaciones microbianas en guarderías podría estar contribuyendo al riesgo de desarrollar asma en la infancia.
A pesar de estos hallazgos prometedores, queda mucho por explorar. La Dra. Bédard enfatiza la necesidad de comprender los factores que influyen en esta comunidad bacteriana, como la limpieza y ventilación de las habitaciones y la calidad del aire interior. Esta investigación, junto con futuros estudios, podría abrir la puerta a estrategias de salud pública destinadas a prevenir enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, en los niños.
Si bien estos hallazgos son preliminares y aún deben ser publicados en una revista revisada por pares, ofrecen una fascinante perspectiva sobre cómo los mundos microscópicos que nos rodean pueden impactar en nuestra salud, especialmente en la de los más jóvenes. Las guarderías, esos lugares donde los niños dan sus primeros pasos hacia el aprendizaje y la socialización, podrían tener un papel crucial en la construcción de una vida más saludable para las generaciones futuras.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © woodleywonderworks - Flickr
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