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Reconoce a un niño con mente abierta

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Lucia

Los niños con mente abierta son aquellos que tienen una actitud receptiva y curiosa hacia el mundo que los rodea. Tienen la capacidad de cuestionar, explorar y considerar diferentes perspectivas e ideas. En Bebés y Más nos ayudan a reconocerlos.

4. Muestran curiosidad

La curiosidad es otro comportamiento típico en los niños con una gran apertura mental. Ser curioso implica la necesidad de explorar, aprender e investigar el entorno, las personas, el mundo... Los niños curiosos tienen sed de aprendizaje, y exploran el mundo con interés y saciando esa necesidad a través de múltiples preguntas.

"¿Por qué esto es así?", "¿qué otra forma hay de hacer esto?", "¿qué es esto?", son algunas de las preguntas habituales de estos niños. Y es maravilloso que podamos responder a sus preguntas con el mismo interés en el que las formulan.

5. Desafían sus ideas

Son niños que no dan por supuesto nada, y que, como decíamos, "van más allá". Se cuestionan las cosas que damos por sentado, y por ello desafían sus ideas, o las ideas usuales o socialmente aceptadas, y buscan aprender más allá de ello.

Si les explicas para qué funciona un determinado objeto, intentarán pensar en qué más puede ser útil. O si han encontrado la forma de realizar un ejercicio, pero es una forma larga de hacerlo, buscarán la forma más corta. En este sentido, su mente inquieta les ayuda a ser inconformistas y a ser críticos con las cosas, algo muy positivo para su aprendizaje.

6. Se inspiran en los demás

Más que envidiar a los demás, se inspiran en ellos para mejorar. Dicen que la envidia es una admiración mal gestionada, y en estos niños se aplica perfectamente. Aunque lógicamente, puedan también experimentar la envidia (y es sano experimentar todas las emociones), lo cierto es que no se quedan anclados en ella, y muchas veces son capaces de darle la vuelta a esta emoción para transformarla en admiración.

Para lograr esto, les ayuda mucho el hecho de tener esta mente tan abierta, que es capaz de transformar también sus pensamientos y emociones para adaptarse a la realidad.

7. No se quedan anclados en el error

Finalmente, son niños que también se equivocan, por supuesto, igual que los demás. Pero gracias a su mente abierta, no se regodean en el error, ni se fustigan por él. Al contrario, muchas veces lo ven como una oportunidad para aprender y mejorar, que les puede ayudar a explorar otros caminos, y con los que pueden aprender, por ejemplo, cómo no se hacen las cosas.

Y esta afirmación recuerda un poco a lo que expresaba Thomas Alva Edison en su proceso inventivo: "no fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla".

© SomosTV LLC-NC / Photo: © rkrandhir / pixabay

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