Principales alergias infantiles en el verano
publisher
Lucia
Sostienen los pediatras que al menos dos de cada 10 niños tiene algún tipo de alergia. Las más frecuentes son las alimentarias y a pólenes y ácaros del polvo, pero específicamente hay algunas más frecuentes en verano, cuenta Bebés y Más.
Las familias que convivimos con algún tipo de alergia sabemos que estas no se toman vacaciones, sino todo lo contrario: debemos prestar especial atención a ciertas épocas del año, como el verano o la Navidad, en las que se dan determinadas circunstancias que incrementan el riesgo de sufrir reacciones.
Te contamos cuáles son las alergias en niños más frecuentes en verano, por qué se producen y cómo prevenirlas.
Alergia a las picaduras de insectos
Con la llegada del verano llegan también las picaduras de insectos. Más calor, más superficie corporal sin cubrir, más tiempo al aire libre... hacen casi inevitable que nos libremos de algún picotazo.
Aunque la mayoría de picaduras de insectos no tienen trascendencia más allá del picor, las picaduras de himenópteros (abejas y avispas) son, tras los alimentos, la causa más frecuente de reacción alérgica grave en niños
Alergia al polen
Por lo general, solemos asociar la alergia al polen a la estación primaveral. Pero en los meses estivales también hay plantas que polinizan, dependiendo de la región geográfica en la que se encuentren.
Así, durante el verano la polinización de las gramíneas suele ocurrir en algunos estados. También debemos prestar atención a las gramíneas de especies salvajes, que habitualmente encontramos en parques, bosques o prados.
La parietaria es otra especie de planta especialmente típica de la zona costera. Según leemos en esta web, el polen de la parietaria alcanza sus máximos niveles en julio y agosto, por lo que es importante tenerlo en cuenta si vamos a veranear en alguna de estas zonas.
Mención especial merece el césped, que crece en prácticamente todos los lados y del que es imposible librarse si vamos a la piscina. Según la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) la alergia al césped puede producir reacciones diversas, que van desde síntomas nasales y/o oculares, hasta urticaria e incluso asma.
Alergia a los ácaros
Los ácaros son animales muy pequeños pertenecientes a la familia de los artrópodos arácnidos. Viven en el polvo doméstico, y son una de las principales causas de alergia ambiental.
Aunque la alergia a los ácaros suele predominar en otoño y primavera (pues para vivir necesitan ambientes húmedos y temperaturas templadas), en verano se dan ciertas condiciones que hacen que esta alergia también pueda manifestarse:
Las condiciones ambientales de las regiones costeras, donde el grado de humedad es alto y la temperatura es suave. El polvo que se acumula en las segundas residencias, casas de pueblo o viviendas de alquiler que han permanecido cerradas durante todo el año. Las moquetas presentes en las habitaciones de muchos hoteles elevan el riesgo de ácaros.
Para evitar la alergia a los ácaros es fundamental hacer una limpieza con antelación y de forma exhaustiva del sitio en el que nos vayamos a alojar, y sobre todo ventilar adecuadamente.
Alergia al sol
La alergia solar o fotosensibilidad se define como una reacción vascular superficial a la luz solar o a la luz ultravioleta. Se manifiesta en forma de ronchas, eccemas y picor tras un periodo largo de exposición solar.
También hay personas que pueden experimentar una reacción alérgica si se exponen al sol tras un contacto previo con sustancias como ´fármacos, cremas, cosméticos o perfumes.
Para evitar la alergia al sol es importante no exponer al niño al sol directo y utilizar cremas fotoprotectoras adecuadas a su piel.
Alergia a los protectores solares
Los cosméticos, productos de higiene, perfumes y aceites esenciales también pueden ocasionar reacciones alérgicas en la delicada piel de los niños, al llevar sustancias en su composición susceptibles de provocar irritaciones, quemaduras y urticaria.
En este sentido, los filtros químicos que contienen algunas cremas solares pueden provocar reacciones, al absorberse a través de la piel. Por el contrario, las cremas de protección solar con filtros físicos o minerales son toleradas con un índice muy superior por las pieles sensibles, pues el óxido de zinc y el dióxido de titanio -que son los ingredientes más habituales- no pueden ser absorbidos por piel.
Photo: © PXHere
Comentarios