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Los alimentos que más frecuentemente atragantan a los niños

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Lucia

El atragantamiento es una de las pricipales causas de mortalidad infantil. Podemos pensar que se trata de objetos que se llevan a la boca los bebés, pilas de botón, canicas o pequeñas piezas de juguetes, pero sepan que muchas veces se trata de algo mucho más de uso diario: ciertos alimentos, de los que nos hablan en El Norte de Castilla.
Estos accidente son especialmente comunes hasta los tres años, aunque también existe riesgo cuando son más mayores. Hay que tener en cuenta que las vías respiratorias de los niños son más pequeñas que las de los adultos y que su reflejo de deglución puede no estar maduro del todo. Además, es frecuente que coman rápidamente, sin cuidado y con distracciones. Por todo ello, es mejor evitar algunos alimentos que, por su forma, tamaño o consistencia son especialmente peligrosos.
- Frutos secosLos frutos secos son muy peligrosos aunque el niño ya tenga dientes, ya que se puede atragantar con la pieza entera o también con un trozo. Los cacahuetes están presentes en un porcentaje elevado de estos accidentes, pero también las almendras, pistachos, nueces, etc. Como aportan muchos nutrientes beneficiosos, una buena opción es que los consuman totalmente triturados (sin tropezones), convertidos en harina. Se pueden emplear en galletas, bizcochos... o también optar por bebidas de frutos secos. Los frutos secos enteros no están recomendados para niños menores de cinco o seis años, al igual que las semillas como las pipas.
- Palomitas de maíz (pop corn)Los niños menores de cuatro o cinco años no deben comer palomitas de maíz, ya que pueden acabar alojadas en la tráquea.
- Alimentos pequeños y redondos o con hueso Las aceitunas, las uvas, las cerezas y los tomates cherry tienen una forma redondeada y una textura resbaladiza que puede provocar que se queden encajadas en la garganta. El hueso, además, es un riesgo añadido. Por eso, es mejor evitar estos alimentos de forma entera en los primeros años de vida. Sí que pueden comerlos de otras maneras, por ejemplo las cerezas deshuesadas en trozos, aceitunas sin hueso cortadas o uvas sin piel ni pepitas y partidas. También hay que tener cuidado con las mandarinas, ya que algunos gajos pueden contener pepitas.
- Salchichas y perritos calientesLos perritos y las salchichas tienen forma cilíndrica, algo que favorece el atragantamiento. Por ello, es mejor evitar los perritos calientes y, en el caso de las salchichas, cortarlas de forma transversal, nunca en rodajas.
- Caramelos duros, gominolas, y nubes y chicles Los caramelos redondos y duros pueden acabar en la garganta del niño antes de deshacerse, e incluso pueden pasar a las vías respiratorias accidentalmente, por ejemplo al reír. Por otra parte, las gominolas y nubes (marshmallows), aunque son blandas, no se deshacen con facilidad y, si no se mastican bien, pueden pasar a la laringe. Los chicles no están recomendados a niños que no sean capaces de masticarlos correctamente y después escupirlos sin problemas. Además, también pueden quedar atascados en las vías respiratorias.
- Zanahorias y manzanas crudasPor su textura dura, es mejor ofrecer cocida la manzana y la zanahoria a un bebé al principio a partir de los seis meses. Cuando el niño va siendo más mayor y es capaz de masticar sin problemas sí que puede comer estos alimentos enteros (mejor con supervisión), pero nunca hay que ofrecer la zanahoria cortada en rodajas, sino en cortes transversales.
- Jamón curadoLa textura del jamón curado implica que los niños no sepan masticarlo bien. Si queremos dárselo a nuestro hijo es mejor cortarlo en trozos pequeños y vigilar que lo trague correctamente.
- Espinas de pescadoEl pescado es muy beneficioso para los niños pero hay que tener en cuenta que no saben retirar una espina si se la encuentran en la boca. La espina puede acabar atascada en la garganta. Por ello, hay que asegurarse de que el pescado que vayan a comer a los niños no tenga ninguna espina.
- Pan y galletasTanto el pan como las galletas pueden tener una consistencia dura y absorber la saliva del pequeño. Esto puede acasionar que se forme una bola difícil de digerir. Por eso, lo indicado es partir estos alimentos en pequeños trozos y que los coman bajo la vigilancia de un adulto.
- CarneLos bebés y niños pueden comer carne, pero hay que elegir siempre carne blanda cortada en trozos pequeños o tiras alargadas y retirar cortezas o partes que no se mastiquen bien. Un trozo grande o duro puede causar un accidente, por lo que es recomendable tener precaución.
Photo: © cyclonebill / wikimedia

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