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¿Cómo fomentar el optimismo en los niños?

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Lucia

El optimismo es la tendencia de ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, descartando lo que nos entristrece, y trae numerosos beneficio,. En este artículo de Eres Mamá, te ofrecen las claves para fomentarlo en los niños.

¿Cómo fomentar el optimismo en los niños?

Los menores con un pensamiento que tiende al optimismo suelen ser más capaces de valorar lo que tienen y lo que son. Por ende, son más felices. En definitiva, se trata de un valor profundamente significativo que contribuye con el bienestar integral y nos hace atravesar desafíos de forma adaptativa. Sigue leyendo para conocer cómo fomentar el optimismo en los niños.

Afortunadamente, no hablamos de una condición innata que se tiene o no.

Al contrario, es una habilidad adquirida que puede aprenderse en cualquier momento de la vida. La infancia es, sin lugar a dudas, la mejor etapa para conseguir una postura optimista. Esto significa que puedes fomentar el optimismo en tus hijos. Te contamos cómo hacerlo.

¿Qué es el optimismo y cuál es su importancia?

Coloquialmente, decimos que quien ve el vaso medio lleno, tiene un carácter optimista. El optimismo es una posición ante la vida. Se trata de ser capaz de registrar la parte buena de las cosas, sin que eso implique ignorar lo negativo. Este concepto se asocia con reconocer las propias habilidades y confiar en ellas. A su vez, tiene que ver con el entusiasmo, la seguridad y la resiliencia, todos valores insustituibles.

Del lado opuesto, encontramos al pesimismo, que no representa únicamente una postura. Es más bien un hábito mental de resentimiento que conlleva posibles consecuencias graves como el estado anímico depresivo.

Podríamos imaginar que un niño o adulto pesimista lleva puestos unos lentes que le hacen ver al mundo como un lugar oscuro, conflictivo y sin esperanza. En este sentido, los efectos del pensamiento catastrófico repercuten significativamente en la calidad de vida de las personas.

Diferentes estudios asocian el optimismo con índices más bajos de enfermedad, de depresión y de suicidio; y con niveles más altos de rendimiento académico y calidad de vida.

Los niños necesitan del optimismo para transitar sus días con alegría y también para permitirse sentir tristeza, pero sin quedarse a vivir en ella.

Claves para fomentar el optimismo en los niños

Si queremos criar niños optimistas, lo primero que debemos asegurarnos es estar enseñándoles a través del ejemplo. En este sentido, es fundamental cuidar la actitud positiva ante la vida y esforzarnos para afrontar las situaciones problemáticas del día a día de un modo funcional y adaptativo. De nada sirve decirle a los niños que sean optimistas si nuestras actitudes evidencian lo contrario.

Incentiva la resolución de problemas

Los problemas son parte de la vida y es importante aceptarlos como un aspecto más de la existencia. Por eso, anima a tus hijos a interpretar las situaciones conflictivas diarias como algo natural y no como un evento trágico o devastador. Sin invalidar sus sentimientos, ayúdale a adquirir herramientas para resolver problemas.

Acentúa lo positivo

Siempre que los pequeños vivan un evento difícil o una frustración, procura marcar los aspectos positivos y cuidar de no desestimar lo desfavorable. Por ejemplo, si el niño se siente frustrado porque su clase deportiva fue suspendida por lluvia, puedes decirle que comprendes su malestar e invitarlo a aprovechar el mal tiempo para ir al cine o para jugar en casa.

Potencia sus cualidades

Los menores pesimistas suelen presentar dificultades para reconocer sus propias cualidades. En este caso, no es de extrañar que tengan una autoestima débil. Por eso, resulta esencial que no dejes pasar la oportunidad de nombrar algún logro que haya alcanzado, por más pequeño que sea, y felicitarlo por ello. Así, le será más sencillo valorar sus aspectos fuertes.

Valorar y potenciar las cualidades de tu hijo es esencial para que pueda desarrollar una actitud positiva frente a la vida y con mayor confianza en sí mismo.

Enséñale a cultivar la gratitud

La gratitud es una poderosa herramienta para alcanzar el bienestar. Ser agradecido, lejos de ser mediocre, se trata de una virtud que no todos llegan a experimentar. Cultivar la gratitud viene de la mano de aprender a ser humilde y a valorar las acciones, los pensamientos y la compañía de los otros. Se trata de un requisito excluyente a la hora de ser capaz de disfrutar las propias conquistas.

Al fomentar su optimismo, le enseñas a ser feliz

Recuerda que el optimismo se aprende. Todas las personas podemos trabajar para asumir una actitud más positiva y así ganar herramientas para enfrentar desafíos o sobreponernos ante una situación difícil.

Justamente, el optimismo es un instrumento para hacer frente a los problemas con mayor confianza.

Photo: © PXHere

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