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El poder del estudio musical para dar responsabilidad, disciplina y madurez a los niños

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Lucia

En el diario mexicano Vanguardia, Jesús Amaya Guerra, experto en educación con experiencia en ese país y en Estados Unidos escribió sobre la ayuda que el estudio de la música puede brindar a los niños para madurar antes. Investigadores, educadores y psicólogos han descubierto una fórmula para desarrollar y madurar a los niños en forma positiva. El secreto es aprender a tocar un instrumento musical.

La revista Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry de noviembre del 2014 publicó un artículo titulado “Cortical Thickness Maturation and Duration of Music Training: Health-Promoting Activities Shape Brain Development” (“Espesor Cerebral, Maduración y Duración del Entrenamiento Musical: Actividades que Promueven Saludablemente el Desarrollo del Cerebro”), concluyendo que el entrenamiento musical no sólo ayuda a desarrollar en los niños sus habilidades motoras finas, sino que desarrolla positivamente su madurez emocional y conductual. Quienes practican un instrumento musical tienen mejor capacidad en su concentración, administran mejor su ansiedad y controlan sus emociones e impulsos.

La clave no es tocar el instrumento, sino el hábito que adquieren ante una actitud de disciplina, respetando y cumpliendo los momentos de práctica para perfeccionar su habilidad musical. El deporte o una actividad artística o musical desarrollan rutina a través del ejercicio de la disciplina y produce resultados muy positivos como:

• Mantener la atención por un tiempo prolongado.

• Control de los impulsos.

• Manejo óptimo de la ansiedad.

• Control emocional.

El cerebro es como un músculo, sabemos que si levantamos pesos de cinco o 10 kilos, tendremos bíceps más fuertes y grandes. Lo mismo es con el cerebro, si lo sabemos entrenar, crecerá y tendrá un desarrollo óptimo para resolver problemas eficientemente. Motivemos a nuestros hijos a:

• Elegir un área de interés (instrumento musical o deporte).

• Hagan la práctica y el ejercicio una rutina diaria y con un horario específico.

• Identifiquemos metas muy concretas a lograr cada día o semana.

• Permanecer la actividad al menos un año para desarrollar la persistencia a pesar de la dificultad o aburrimiento.

Otro punto importante es que nunca es tarde para empezar aprender una habilidad nueva. Tengo un amigo que tiene 63 años y empezó a tocar el violín el año pasado y lo toca maravillosamente. No es tan cierto el

refrán: “chango viejo no aprende maroma nueva”. El cerebro es tan maravilloso y plástico que se adapta a cualquier situación y aprendizaje, solamente hay que ser tercos en lograrlo y lo haremos.

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