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Así se estimula a un bebé en el primer año de vida

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Lucia

En las páginas de El Día, Federico Peralta, licenciado en kinesiología y fisiatría UBA orientado a rehabilitación neurológica, trastornos vestibulares y del equilibrio, escribe sobre las fórmulas para estimular a los bebés a partir de los cuatro meses de vida.

En principio es importante tener en cuenta que nuestro sistema nervioso aprende en base a la experiencia. No podemos aprender un movimiento si nunca lo hicimos. Esta premisa es más que importante para el desarrollo del bebé.  Cuando el bebé comienza a estar sentado de manera independiente, su tronco estará inestable y es lo lógico. Esa inestabilidad muchas veces se manifestará con situaciones de posibles caídas hacia adelante, atrás o a los costados. Teniendo en cuenta que la seguridad del niño es fundamental, debemos dejar que el bebé tenga la experiencia de caer, de esa forma comenzará a desarrollar estrategias para mejorar la estabilidad de su tronco y las reacciones de apoyo de las manos para evitar golpearse. Si cada vez que el niño insinúa inestabilidad en su sentado o bien tiende a caerse un adulto lo ayuda a no caer, difícilmente podrá mejorar la estabilidad de su tronco o bien desarrollar las estrategias antes descritas.

Desde el sentado es como el bebé va a progresar a trasladarse o gatear. Para que esto suceda es importante que el niño tenga algún interés que no esté a su alcance. Es decir que debemos dejarle juguetes fuera de su alcance para que se vea en la necesidad de desplazarse para alcanzarlos y de esta forma podrá desarrollar el gateo u otra estrategia para trasladarse. Esto es fundamental para el desarrollo motriz del niño. El piso es un gran lugar para que el niño crezca saludable.

Entre el cuarto y el quinto mes de vida el niño comenzará a desarrollar la prensión voluntaria, es decir la capacidad de tomar objetos con las manos mediada por la voluntad. Hasta este momento la forma de tomar objetos es refleja, es decir que es un acto reflejo de la mano del bebé. En este momento es importante que el niño empiece a tomar objetos con ambas manos. Al principio realizará movimientos simétricos con ambas manos, en la medida en que se desarrolle podrá realizar movimientos asimétricos con las manos. Esto último sucederá entre los cinco y seis meses, momento en el cual comenzará a pasarse juguetes de una mano a la otra. A los siete u ocho meses ya puede abrir y cerrar las manos según su voluntad; pueden hacer palmas; juego de dar y recibir. Esto último es un hito importante del desarrollo psicomotriz ya que es el primer juego con sentido, con un objetivo. Por otro lado, al poder quedarse sentado puede ver sus pies y juega con ellos, se saca las medias.

A partir del octavo mes comenzará con la “marcha del oso”, una especie de gateo en el cual en lugar de apoyar las rodillas apoya la planta de los pies. Lo importante en esto es observar que los pies avancen de a uno a la vez, algo similar a caminar. Si los dos pies avanzan siempre juntos es necesario realizar una consulta con un profesional. En este momento comenzará a pararse agarrándose de muebles o paredes. En este aspecto es importante dejar que el bebé se pare según su iniciativa y no insistir en pararlo y que camine. Luego empieza a caminar lateralmente, de costado, agarrado de muebles, por ejemplo.

En relación con el juego, en esta etapa puede hacer el juego de “saco una manito, la hago bailar…” es importante que esto suceda ya que es un movimiento importante del antebrazo del bebé. También surgirá la noción de herramienta, un medio para un fin: esto quiere decir que puede, por ejemplo, martillar jugando. Otra de las características del desarrollo psicomotriz de esta etapa es la permanencia del objeto: aunque uno le esconda un juguete lo buscará, sabe que está aunque no lo vea. Estas son algunas de las características del desarrollo psicomotriz importantes a tener en cuenta.

Para finalizar, es importante remarcar que el bebé como todas las personas, desarrolla sus capacidades en relación a un entorno que así se lo demande. La consulta temprana con un profesional formado, puede evacuar las dudas de los padres y evitar situaciones de falta de estimulación que a la larga puedan significar alguna dificultad para el niño.

© SomosTV LLC-NC / Photo: ©  William Fortunato / Pexels

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