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Beneficios de la siesta para los niños

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Lucia

Seguramente habrán oído que es durante el sueño cuando más crecen los niños. La siesta en los niños, por tanto es fundamental para su óptimo desarrollo, según un experto consultado por Semana.

Una siesta siempre será una costumbre sana y un pilar fundamental para lograr un buen descanso y una higiene del sueño óptima, tanto en adultos como en niños, asegura el médico Santiago Rojas. Sin embargo, para el caso de los menores, aporta enormes beneficios para su desarrollo, ya que es parte fundamental durante su proceso de crecimiento y formación, sostiene el doctor, experto en descanso para Americana de Colchones.

El tiempo de la siesta varía, de acuerdo con el doctor Rojas, dependiendo del estilo de vida del niño, si es tranquilo, inquieto o por el sueño de la noche, pues puede dormir poco o mucho en las noches. Por eso, el experto recomienda que la siesta en menores sea de media hora, una hora o máximo dos horas. Además, al igual que la noche, es importante establecer una rutina.

La melatonina es una hormona que se produce durante la fase oscura del día, es decir, mientras dormimos en la noche.

De acuerdo con el doctor Rojas, los periodos de descanso diurno se van acortando a medida que el niño va creciendo. Primero desaparece la siesta de la mañana y más tarde, más o menos a partir de los cuatro años, se elimina la de la tarde.

“A los recién nacidos les recomiendo nunca hacerlos dormir meciéndolos ni en brazos. A esa edad ellos duermen la mayoría del tiempo. Mientras al niño, un poco más grande, se le debe permitir la siesta después de la comida y acostarlos después del atardecer y permitir que se despierte después del amanecer, no antes”, asegura Rojas.

Igualmente, recomienda que en la etapa escolar se debe “favorecer” al niño con al menos diez horas de sueño. Es decir, acostarlo temprano, más o menos entre las 7:30 u 8:00 de la noche, para permitir la liberación de la hormona del crecimiento, además, incentivarlo a que duerma de medio lado, sin ninguna luz directa y sin estímulos visuales o auditivos.

“Hasta los cuatro años es recomendable que el niño haga dos siestas, una por la mañana y otra por la tarde. Después de los cuatro años ya va a tomar el tipo del sueño del adulto, que es un sueño nocturno completo y una siesta pequeña después del almuerzo, la siesta debe ser corta y el sueño debe ser largo”, agregó el médico.

De acuerdo con Rojas, los beneficios de la siesta son:

     Genera positivismo.

     Ayuda a crecer y mejorar el rendimiento.

     Estimula la creatividad y la imaginación.

     Mejora la memoria, la atención y el aprendizaje.

     Tranquiliza y disminuye la irritabilidad.

Photo: © Snapwire / Pexels

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