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Todo para vacacionar felizmente con tu bebé

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Lucia

En Redacción Médica  nos hablan de las primeras vacaciones de tu bebé. Si recientemente ampliaron la familia, aquí tienen una guía de todo lo que van a necesitar para moverse en vacaciones con su criatura. 

Cuidados especiales

Alimentación.Si aún estás dándole pecho no es necesario que varies nada en las vacaciones con tu bebe. Si vais a salir y te parece más cómodo, puedes extraerte la leche en casa y darle el biberón. Aunque haga mucho calor, si el niño está bien alimentado no le hace falta agua, con la leche materna es suficiente. Pero si ya ha empezado con la alimentación semisólida, sí deberás darle agua con regularidad para evitar que se deshidrate.

El cambio de agua puede afectar a la flora intestinal del bebé y provocarle diarrea; para solucionarlo, es mejor darle agua mineral mientras estemos fuera de casa. La falta de hidratación puede ser un problema, por lo que conviene ofrecer al bebé agua o, si es más pequeño leche, más a menudo y en pequeñas dosis.

Ropa. Si pasáis el verano en un lugar muy caluroso, debes tener cuidado de que tu hijo no sude en exceso. Tan malo es que pase frío como que pase calor. La ropa de algodón es la más recomendable, puesto que es respetuosa con su piel y permite la transpiración.

Protege su piel. Los bebés menores de cinco meses no deben ser expuestos directamente al sol. Por lo tanto, deberás mantenerle siempre a la sombra y cubierto. Lleva una sombrilla a la playa y tenle debajo de ella todo el tiempo que paséis allí. Pero ten cuidado con las nubes; los rayos ultravioletas las atraviesan, de modo que la piel de un bebé puede quemarse en un día nublado en 10 o 15 minutos. Sacarle de paseo le beneficiará, pero hay que tomar precauciones, protégele del sol con la sombrilla del cochecito y cúbrele la cabeza con un gorrito. Intenta pasear en las horas más frescas (antes de las 12 del mediodía y más tarde de las 16.30) y, sobre todo, no te pares nunca con él a pleno sol. Aunque sea mayor de seis meses, tampoco debes exponerle al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas). Aplícale crema solar de protección total especial para bebés porque su piel es más fina y vulnerable a las radiaciones y cambios de temperatura. Algunos estudios médicos recientes muestran que es muy importante cuidar también la piel que está debajo de la ropa. Por eso, muchas marcas textiles han creado una línea especial de ropa de verano hecha con un tejido que protege de los rayos del sol; algunas incluso con un factor de protección solar 50. Esta tela dispersa los rayos de sol de manera que no penetren en la materia textil, en cuyo caso la piel no entra en contacto con ellos. Siguiendo estos consejos tu bebé no se quemará, pero si un día te descuidas y ocurre, si es menor de un año, acude de inmediato al pediatra. Una quemadura solar puede ser grave y constituir una emergencia sobre todo si hay ampollas, dolor o fiebre.

Prevenir la dermatitis del pañal en vacaciones. Este problema  está causado por el contacto de la piel del bebé con heces y orina, además de la humedad. En verano hay que intentar que el pequeño sude lo menos posible para evitarla, por lo que conviene que esté sin ropa ni pañales al menos un rato cada día. Eso sí, el bebé no debería jugar en la arena desnudo, ya que puede contraer o agravar alguna infección por los microbios que pueda haber en ella.

Temperatura adecuada para el bebé. Los niños, especialmente los recién nacidos y los prematuros, son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura  y el calor o el frío les altera fácilmente: por las noches les despierta y disminuye su estado de bienestar.

Para dormir, la temperatura ideal son unos 20 o 22 grados; para lograrlo se pueden bajar las persianas durante las horas de más sol y ventilar bien la casa (manteniendo al niño fuera de la corriente).

En cuanto a la humedad, es recomendable que oscile entre un 30 y un 50 por ciento y que haya una buena ventilación en casa.

De cualquier modo, salvo los bebés de pocas semanas, que aún no regulan bien la temperatura corporal, un bebé siente el mismo frío o calor que un adulto… Por ello no es aconsejable cubrirle con capas de ropa “por si acaso”, ya que nos arriesgamos a que sude y se agobie. Si hace mucho calor y no hay corriente  podemos refrescarle con una esponjita húmeda.

Aire acondicionado. Aunque haga mucho calor, el aire acondicionado directo resulta bastante agresivo para el bebé. Ya que es más susceptible que un adulto a las variaciones térmicas. Sin embargo, sí se puede poner el aire acondicionado y apagarlo cuando la habitación en la que esté se haya refrescado hasta 20 grados y se lleve al bebé a ella.

Consejos:

    Es preferible instalar el aire acondicionado en toda la casa y no solo en alguna habitación. De esta forma evitarás los cambios bruscos de temperatura que puede sufrir el pequeño al pasar de una habitación fresquita a otra que no tiene aire. Estos cambios pueden producirle al bebé un enfriamiento y debilitan su sistema inmunológico.
    Para evitar estos cambios bruscos de temperatura, la diferencia entre el interior de la casa o el coche y el exterior no deben ser muy grandes y en ningún caso superar los 10 grados de diferencia.
    Es conveniente no situar al bebé cerca del aire acondicionado para que el chorro de aire frío no le dé directamente.
    El aire acondicionado reseca en exceso el ambiente y puede producir escozor o picor de ojos y sequedad o irritación de las mucosas respiratorias. Hay que conseguir que hayacierto grado de humedad en el ambiente. Para ello, puedes utilizar un humidificador, preferentemente de aire frío, un recipiente con agua en el dormitorio en el verano o unos recipientes con agua en el radiador durante el invierno.
    No hay que tener continuamente encendidos el aire y el humidificador. Es importante dejar tiempo para una buena ventilación diaria al aire libre.
    Si el aparato de aire tiene filtros incorporados hay que limpiarlos con frecuencia ya que el polen, el polvo, los ácaros y los hongos se acumulan en su interior.

Protección del bebé para los mosquitos y otros insectos. El verano también trae un aumento de los insectos: mosquitos, hormigas, abejas… Una buena opción para proteger al bebe es colocarle una malla protectora, tanto para dormir, como para la playa o el campo; en tiendas de puericultura es incluso posible adquirir mosquiteras adaptables para la cuna o el cochecito que impedirán el paso de insectos.

Si vais de excursión con el bebé es conveniente vestirle con prendas largas, eso sí, escogiendo tejidos ligeros y colores claritos para que no pase calor. También hay lociones y aerosoles que ahuyentan a los insectos y que resultan muy prácticos para llevar de viaje. Eso sí, no debemos aplicarlos en manos o pies pues el bebé podría chupárselos, excepto si son preparados especiales para bebes.

Photo: © Amanda Mills / USCDCP

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