Guía para la actitud en niños maleducados
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Lucia
Desde la infancia, es crucial aprender buenos modales y valores, ya que estos nos enseñan a comportarnos adecuadamente y a ser corteses y amables con los demás. Aunque la crianza no es sencilla, el "Manual de Carreño" ofrece una guía en este aspecto. Este libro, titulado originalmente "El Manual de Urbanidad y Buenas Maneras", fue escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño como una forma práctica de enseñar buenos modales.
Carreño enfatiza que el respeto de los niños hacia sus padres debe incluir el cariño, ya que la confianza construida a través de este es esencial para la crianza. Según él, “nunca será un hijo más obediente y respetuoso que cuando a los estímulos del deber haya de añadir los de una franca amistad”.
Características de los niños bien educados
Los niños deben ser disciplinados, discretos y obedientes, y deben aprender buenos modales desde pequeños.
Al dirigirse a una persona mayor, deben usar el pronombre "usted".
El respeto debe extenderse no solo a los padres, abuelos y tíos, sino también a los niños. La familiaridad del trato diario no justifica la falta de respeto.
Es fundamental guiar al niño hacia una buena higiene; los padres deben velar por su apariencia y pulcritud. La apariencia descuidada de un niño refleja negativamente sobre la educación de su familia.
Se deben evitar discusiones en presencia de visitas, ya que una discusión acalorada entre padres e hijos denota una falta de buena educación.
Los niños deben ser enseñados a cuidar las pertenencias ajenas. Si dañan algo por ignorancia o travesura, es deber de los padres contenerlos y reparar el daño.
Los niños deben mantener su habitación ordenada, tender su cama y recoger sus juguetes.
Mantener a los niños ocupados y entretenidos ayuda a evitar conflictos y travesuras.
Estilos de crianza
La crianza no solo implica disciplina, sino también la forma en que un padre muestra afecto, establece límites, y comunica con su hijo, así como la transmisión de valores y las actividades compartidas. Según el libro "¿Cómo educar a hijos e hijas sin lastimar?" de la Facultad de Psicología de la UNAM, existen tres estilos de crianza:
Autoritario: Este estilo se caracteriza por ejercer un control estricto sobre los niños, establecer reglas rígidas sin opciones, y centrarse en el comportamiento negativo mediante regaños y castigos.
Consecuencias: hijos inseguros, con poco sentido de responsabilidad, baja capacidad de toma de decisiones y pocas habilidades sociales.
Democrático o de autoridad racional: Ayuda a los niños a ser independientes y a pensar en las consecuencias de sus acciones.
Establece reglas claras considerando el bienestar de todos, explica las expectativas y fomenta la comunicación abierta. Consecuencias: niños responsables, con autocrítica, mayor capacidad intelectual y habilidades de comunicación.
Permisivo: Cede el control a los hijos, establece pocas reglas y límites, y tiene expectativas difusas. Consecuencias: hijos con escaso autocontrol, poco respeto por la autoridad, baja capacidad para resolver problemas, posibles problemas de agresividad y adaptación social, y bajo rendimiento escolar.
Cada estilo de crianza tiene un impacto significativo en el desarrollo de los niños, afectando su comportamiento, habilidades sociales y autoestima. Por ello, es esencial que los padres reflexionen sobre su enfoque y busquen un equilibrio que favorezca el crecimiento saludable y armonioso de sus hijos.
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