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También debemos preocuparnos por sus dientes de leche

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Lucia

Los llamados "dientes de leche", los primeros que tendrá tu bebé, acabarán cayendo, pero, como nos dicen en Gaceta Dental, eso no significa que no debamos cuidarlos.   Aunque pueda parecer precipitado, el cuidado de los primeros dientes de leche de un bebé es algo necesario. Y es que a veces se piensa que como son dientes temporales que de todas formas se van a caer, no son importantes.   Pero esto es un gran error, ya que el cuidado dental en bebés va a ayudar a prevenir problemas futuros. Por eso, es recomendable que la higiene oral en los niños empiece desde la lactancia y la continuemos hasta los 24 meses.   Y tendremos que seguir prestándoles ayuda hasta la edad en la que sepan manejarse ellos solos con el cepillo de dientes.   Higiene oral en lactantes   Si bien es cierto que no existe riesgo de caries (porque aunque el bebé aún no tiene dientes) sí es conveniente eliminar los restos de leche de su cavidad oral por varios motivos:   Para prevenir la aparición de candidiasis. Porque el masajeo de las encías puede ayudar a aliviar molestias en la futura erupción dental. Se establecen vínculos afectivos con el lactante. Y así se acostumbra a la manipulación de la cavidad oral de cara al futuro.   También hay que tener en cuenta, que a pesar de que la leche materna es inocua, si la lactancia materna nocturna se prolonga, sí puede producir caries. Sobre todo cuando es a demanda y existe ausencia de higiene bucal.   Los especialistas brindan las siguientes recomendaciones sobre la higiene oral en lactantes:   Se puede mojar una gasa con agua o suero fisiológico y cubrir con ella nuestro dedo, pasándolo con suavidad por las encías y los laterales del interior de la boca del bebé. También se puede comprar un dedil de silicona, que está diseñado específicamente para esta tarea. Hay que hacerlo poco a poco, acostumbrando al bebé, que cada vez permitirá con más facilidad una limpieza más profunda. Esta limpieza se debe realizar hasta que salgan los dientes de leche.   Desde el blog de Mustela dan una recomendación interesante para cuando el bebé empieza a hacer una dieta complementaria a la leche: nunca probar su comida con los cubiertos con los que el bebé va a comer, ni soplar sobre los alimentos para enfriarlos. ¿Por qué? Porque la saliva es un gran transmisor de la caries infantil, ya que en ella hay bacterias que le puedes transmitir al soplar su comida o probarla con sus cubiertos. Y si alguna vez has oído que limpiar el chupete con saliva ayuda a reforzar el sistema inmunológico de los recién nacidos o reduce el riesgo de que sufran alergias, asma o eccemas, no es cierto.   Photo: © David Shankbone / wikimedia  

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