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Salud de nuestros niños contribuirá a una sociedad saludable

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Lucia

La Dra. Maja Castillo,  Directora Médica Pediátrica en la compañía Healthfirst, escribió en el Diario NY sobre la importancia de supervisar la salud física y psicológica de los niños, como garantía de un futuro común, y considera que ese sentido se podría hacer bastante más.

Imagínese un bebé recién nacido —millones de pequeñas sinapsis establecen conexiones, iluminando vías neurológicas que determinarán las futuras capacidades del niño. Es un momento de oportunidades en crecimiento, pero también de daños potenciales. La evidencia creciente indica que los niños que experimentan privaciones en la niñez temprana serán adultos que tendrán dificultades con su salud física y emocional, en los logros educativos al igual que en el bienestar general y potencial. La mejor manera de crear una sociedad saludable es brindando a los niños acceso adecuado al cuidado preventivo centrado en la familia que produzca un impacto en la trayectoria del desarrollo y que pueda abordar los riesgos físicos y emocionales.

Lamentablemente, la evidencia muestra que les estamos fallando a nuestros niños, en especial a los más vulnerables.

Las brechas significativas en los chequeos pediátricos de rutina, los índices de vacunación y el apoyo en el desarrollo persisten en los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos en los Estados Unidos. Un estudio reciente de más de 17,000 niños entre 0 y 18 años reveló que los niños afroamericanos y de origen hispano son significativamente menos proclives a cumplir con el cronograma de rutina recomendado que las contrapartes de raza blanca (52.5%, 58% y 67.8% respectivamente). El estado del seguro también afectó el cumplimiento de los niños sin seguro que están rezagados respecto del seguro público o privado (31.1%, 58.7% y 66.3% respectivamente).

Como la mayoría de las inmunizaciones en niños ocurren en los chequeos de rutina, no sorprende que los estudios muestren desigualdades en los índices de vacunación. Solo el 66.5% de los niños afroamericanos entre

19 y 35 meses recibieron todas las vacunas en comparación con el 71.5% de los niños blancos. En este rango de edad en familias que están por debajo de la línea de pobreza, el 37% de bebés afroamericanos era menos proclive a haber recibido todas las vacunas.

Una de las funciones esenciales del cuidado de rutina en la niñez es brindar la oportunidad de evaluar y diagnosticar retrasos en el desarrollo, problemas emocionales y del comportamiento, además de identificar factores de riesgo en la familia, tales como falta de vivienda, inseguridad alimentaria, estrés de los cuidadores, enfermedades mentales y abuso de sustancias que puedan afectar la posibilidad de que el niño lleve una vida sana y estable. Hemos visto en diferentes estudios que los niños de origen afroamericano o asiático hablaban una lengua materna que no era el inglés o que no tenían seguro médico eran menos proclives a recibir el diagnóstico de retrasos en el desarrollo antes del preescolar o del jardín de infantes. Incluso si reciben tal diagnóstico, los niños de origen afroamericano o hispano tienen menos probabilidad de recibir los servicios por dichos retrasos.

No está claro si las desigualdades en diagnóstico y servicios se deben a menos consultas preventivas, menos atención a estos niños o a otros factores. La respuesta abarca varios factores, sin embargo, solo podemos abordar estas desigualdades a través de exámenes de detección longitudinal frecuentes y de controles en un entorno pediátrico de alta calidad durante esos primeros años formativos.

En Healthfirst, estamos comprometidos con mejorar las probabilidades de tener éxito a lo largo de la vida para nuestros miembros pediátricos, la mayoría de los cuales pertenecen a los programas Medicaid y Child Health Plus (CHP).

Cuando el COVID atacó la ciudad de Nueva York en marzo de 2020, creamos un sistema para detectar demoras en tiempo real respecto de inmunizaciones para nuestros pacientes de 0 a 3 años. También llevamos a cabo una campaña para enviar mensajes de texto e email a los padres con detalles de lo que necesitan sus hijos y de dónde pueden acudir para recibir cuidado. Esto llevó a nuestra estrategia “mejor en el otro lado”, en desarrollo en este momento, para poder comunicarnos, en forma proactiva, con los padres antes de que su hijo tenga una visita y alertarlos si su hijo debería haber recibido algunas vacunas

Además, promocionamos equidad en la salud, en el desarrollo y la salud del comportamiento en la niñez temprana trabajando con nuestros socios hospitalarios para crear modelos sustentables basados en los valores para el modelo Cuidado primario pediátrico avanzado. Dicho modelo incorpora programas de apoyo preventivo diádico basado en la evidencia, tales como Pasos saludables hacia la práctica del cuidado primario.

Debemos asegurarnos de que todos los niños y sus familias reciban dicho cuidado, dentro del programa recomendado, y con atención a todos los factores de riesgo social y ambiental que lleven a una salud deficiente durante toda la vida. Tres maneras en las que podemos hacerlo:

     Los responsables de la elaboración de políticas federales y estatales pueden ayudar diseñando fondos para el cuidado preventivo pediátrico en modelos de alta calidad, tales como el Modelo de cuidado pediátrico avanzado que, específicamente, busca identificar y tratar a familias en riesgo y trabaja con organizaciones de cuidado administrado (MCO, por sus siglas en inglés), además de proveedores para promocionar estos modelos.

     Los estados y los MCO pueden incentivar inmunizaciones y chequeos pediátricos de rutina dentro de un marco de equidad en la salud, con incentivos basados en acceso/índices mejorados según los datos raciales/étnicos y socio-económicos en lugar de todos los chequeos pediátricos.

     Los médicos y los centros de salud deben trabajar para brindar un acceso equitativo, tales como horario nocturno extendido, fines de semana y telesalud de modo que los padres que trabajan puedan respetar el horario de sus hijos.

En calidad de sistema de cuidado médico, podemos mejorar en el cuidado preventivo para que los niños tengan un comienzo equitativo en la vida.

A pesar de que los resultados de mejorar el cuidado para niños no se perciben en forma inmediata, a largo plazo, nos beneficiaremos de una población adulta más saludable y más productiva.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Business Wire / Healthfirst

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