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¿A qué edad deben empezar los niños a colaborar en tareas domésticas?

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Lucia

La cuestión de cuándo los niños deben empezar a participar en las tareas domésticas despierta dudas entre muchos padres. Los expertos en psicología infantil consideran que la introducción temprana de responsabilidades, a través de actividades domésticas, contribuye de forma positiva al desarrollo de los niños. Además, estas prácticas ayudan a promover la igualdad y la cooperación dentro de la familia, fomentando la autonomía y la responsabilidad desde edades tempranas.

¿Por qué es beneficioso que los niños participen en las tareas domésticas?

Diversas investigaciones sostienen que los niños que colaboran en las tareas del hogar muestran mayor responsabilidad, disciplina y creatividad. La psicóloga infantil Josefina González Calvo, experta en desarrollo infantil y adolescente en PsicoNueve, afirma en Ser Padres que "desde muy temprano se puede trabajar la igualdad en las tareas, empezando como un juego". A medida que crecen, estas actividades pueden convertirse en un hábito, siempre adaptándolas a sus capacidades y promoviendo la participación de una manera que para ellos resulte atractiva.

¿Cuándo empezar?

Según González Calvo, es posible comenzar a integrar pequeñas responsabilidades en la rutina de los niños desde el momento en que logran caminar y muestran interés por imitar las actividades de los adultos, aproximadamente a partir de un año. La especialista sugiere introducir estas tareas de manera lúdica, considerando que los niños aprenden a través del juego y la imitación.

De uno a dos años, por ejemplo, los niños pueden realizar pequeñas actividades como recoger juguetes, llevar pañales a la basura o echar la ropa sucia en el cesto. Estas tareas sencillas les permiten familiarizarse con el entorno doméstico y empezar a comprender el valor de la colaboración en casa. A los dos o tres años, pueden realizar actividades más complejas, como limpiar superficies con un trapo o ayudar a recoger sus cosas. Según González Calvo, “no importa el resultado perfecto, sino la intención y el hábito”, y recomienda reforzar positivamente estos intentos iniciales. A estas edades tempranas, los niños disfrutan la experiencia de sentirse "mayores" y "capaces", lo que favorece el desarrollo de su autoestima.

Al llegar a los cuatro años, muchos niños disfrutan ayudando en tareas más visibles, como poner la mesa. La especialista subraya que, en estos primeros años, “cada niño tiene un ritmo diferente”, por lo que no existe una edad rígida para comenzar; sin embargo, cuando muestran interés y aptitudes, es un buen momento para animarlos a colaborar.

Estas primeras experiencias les ayudan a entender la importancia de su contribución en casa y su papel en la familia.

Las tareas domésticas como herramienta de aprendizaje de igualdad

Además de los beneficios en términos de autonomía y autoestima, incluir a los niños en las tareas del hogar desde pequeños tiene un valor educativo en cuanto a la igualdad. González Calvo resalta que, para fomentar una cultura de igualdad, es fundamental que tanto niños como niñas participen en estas actividades sin distinción. También subraya la importancia del modelado, es decir, que los padres participen igualmente en las tareas domésticas, lo que proporciona un ejemplo directo de igualdad en el ámbito familiar. “Si lo viven desde pequeños, lo integrarán de manera natural”, afirma la psicóloga, quien considera que los niños aprenden observando y replicando las conductas de sus padres.

Así, ver a ambos progenitores compartir las tareas contribuye a que los menores normalicen esta práctica.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG

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