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Fomentar el pensamiento crítico en niños de altas capacidades

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Lucia

Fomentar el pensamiento crítico en todos los niños les convertirá en ciudadanos adultos más autónomos y reflexivos, más difíciles de engañar y ser personas maduras en lugar de meros consumidores de productos.

Cuentan en Ser Padres, que muchos niños con altas capacidades son capaces de pensar de forma más rápida que el resto, pero, a menudo, lo hacen de manera superficial, sin comprender bien sus ideas. Y es necesario que aprendan a hacerlo, aunque les cueste.

Que los niños con altas capacidades tienen mayor facilidad para razonar y pensar es algo que todos sabemos y que los profesionales no se cansan de repetir: a menudo, puntúan alto en las escalas que miden estas destrezas. Y, sin embargo, es algo que pocos tenemos en cuenta. Creemos que, simplemente, nacen con esa capacidad y que por sí misma se alimenta.

Nada más lejos de la realidad. “Si no motivamos a un niño con altas capacidades, estas pueden terminar por desaparecer”, afirmaba hace apenas unas semanas el experto Javier Tourón a Ser Padres. Lo mismo ocurre con esa facilidad de pensamiento que reina en ellos: si no la motivamos y la alimentamos, puede terminar derivando en desmotivación (algo que sabemos que reina en ellos).

La importancia de motivar a pensar a los niños con altas capacidades

Como todos los seres humanos, los niños con altas capacidades tienen capacidad de razonar, relacionar, observar, analizar evaluar… pero tienen un potencial más alto que el resto de hacerlo. Estas habilidades aparecen en ellos a edades más tempranas y con más fuerza (por ejemplo, piensan mucho en el detalle, su mente es hiperactiva y no puede dejar de recibir ideas, piensan de forma ramificada,…). Pero, ese mayor potencial necesita de una experiencia de aprendizaje diferente, adaptada a sus necesidades y a su forma de aprender y, de acuerdo a las palabras del experto Javier Tourón, no las estamos cubriendo en la actualidad.

“Sus necesidades, y las de todos los alumnos, pasan por ofrecerles situaciones de aprendizaje complejas en las que tengan que implicar pensamiento y creatividad”, afirma ”, afirma Paulina Bánfalvi Kam, experta en altas capacidades autora del libro La Rebelión del Talento, en su blog especializado.

“Tener un buen timbre de voz y sentido de la armonía no son suficientes para ser cantante, expone la misma experta. “El niño con altas capacidades necesita un entrenador especializado y experto que ofrezca técnicas, reglas y herramientas para desarrollar esas cualidades que tiene de forma intrínseca”, continúa.

“En nuestro interior seguimos esperando que el potencial se desarrolle solo y sin ayuda”, expone la misma experta. Dice que nos sigue pareciendo raro que no saquen sobresalientes en todas las asignaturas.

Sin embargo, como sí que entendemos, por ejemplo, en el caso de una persona con buen timbre de voz, el niño con altas capacidades necesita mucha motivación para conseguir que esa facilidad de pensamiento dé sus frutos.

Los niños con altas capacidades piensan más, pero peor

“La falta de reto durante los primeros años de escolarización inhibe el desarrollo de las destrezas de pensamiento de los niños con AACC”, asegura Bánfalvi. El potencial de un niño con altas capacidades es pensar con destreza pero, como todo potencial, si no lo estimulamos, no se desarrolla.

Para ello, como bien dice esta experta, necesitan una figura guía, un ‘entrenador’ que ofrezca técnicas y herramientas para motivar ese pensamiento, pues, de lo contrario, podemos correr un riesgo: “Dejan de rendir a la altura de su capacidad porque no han aprendido a aprender”, afirma Bánfalvi.

Dice que, en sus múltiples años de experiencia ha visto un comportmaiento que se repite en muchos niños con altas capacidades:

memorizan muchos datos, que vomitan de manera explícita en los exámenes, pero no son capaces de hacer mapas visuales o esquemas que les ayuden a comprender lo que están aprendiendo.

“Eso es desmotivador para cualquiera”, asegura.

Por ello, afirma que es necesario ayudarles a desarrollar estrategias que les ayuden a comprender y a sacar sus propias conclusiones de todo lo que ven y leen.

Todos los niños nacen con una curiosidad innata que, por diversos factores, muchos terminan por perder con el paso de los años. No lo decimos nosotros, así lo afirman expertos como Jordi Nomen, profesor de filosofía y fiel defensor de enseñar pensamiento crítico a los niños desde que son pequeños.

Dice José Carlos Ruiz en su libro El arte de pensar para niños (Editorial Toro Mítico) que una de las mejores herramientas para conseguir que los niños no pierdan esa curiosidad es el pensamiento

crítico: “Es la base para que los niños vayan adquiriendo autonomía y logren una suficiente independencia que les permita no ser tan permeables al exterior”, asegura. De acuerdo a sus palabras, es una herramienta que les ayudará a estar secos ante el chaparrón de estímulos que recibirán a diario y que no siempre son beneficiosos para su crecimiento y desarrollo.

Algo que adquiere aún más importancia en los niños con altas capacidades, pues ya tienen la habilidad de pensar y razonar de manera superior y si eso lo aprovechamos y lo motivamos bien, puede llegar a ser muy beneficioso para ellos.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Andrea Piacquadio / Pexels

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