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Los beneficios de la siesta en los niños

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Lucia

La siesta, ese breve descanso que se toma durante el día, es una práctica que ha existido desde tiempos antiguos y que ha demostrado ser beneficiosa para la salud y el bienestar en personas de todas las edades. Sin embargo, en el caso de los niños, la siesta adquiere una importancia aún mayor debido a su rápido desarrollo físico, mental y emocional. Te resumimos los beneficios significativos que la siesta puede aportar a los niños en su crecimiento y desarrollo integral.

1. Apoyo al Crecimiento y Desarrollo Cerebral:

El cerebro de un niño está en constante evolución, y el sueño, incluidas las siestas, juega un papel fundamental en este proceso. Durante el sueño, especialmente en las fases de sueño profundo, se producen procesos de consolidación de la memoria y procesamiento de la información aprendida durante el día. Esto es crucial para el aprendizaje y la adquisición de nuevas habilidades cognitivas.

2. Mejora de la Atención y el Rendimiento Académico:

El descanso proporcionado por la siesta ayuda a mejorar la concentración y la atención en los niños. Una siesta adecuada puede ayudarles a estar más alerta y receptivos, lo que se traduce en un mejor rendimiento académico. Los niños que duermen la siesta suelen mostrar una mayor capacidad para absorber nueva información y mantenerse enfocados durante las actividades escolares.

3. Regulación del Estado de Ánimo y las Emociones:

Los niños son propensos a experimentar cambios de humor y emociones intensas a medida que aprenden a lidiar con el mundo que les rodea. La falta de sueño puede exacerbar estas emociones y aumentar la irritabilidad. Las siestas pueden ayudar a regular el estado de ánimo, reducir la irritabilidad y permitir que los niños manejen mejor las tensiones emocionales.

4. Promoción de la Creatividad y la Imaginación:

Durante la fase de sueño conocida como sueño REM (movimientos oculares rápidos), que es más prominente en las siestas, se producen procesos importantes relacionados con la creatividad y la imaginación. Los niños suelen tener una imaginación vívida, y la siesta puede favorecer la actividad cerebral que contribuye a esta creatividad y al desarrollo de habilidades artísticas y literarias.

5. Refuerzo del Sistema Inmunológico:

El sueño es esencial para el sistema inmunológico, ya que durante este período, el cuerpo realiza reparaciones y combate infecciones. En los niños, cuyo sistema inmunológico todavía está en desarrollo, la siesta puede desempeñar un papel fundamental en el refuerzo de las defensas naturales del cuerpo contra enfermedades.

6. Reducción del Estrés:

Aunque los niños no experimentan el mismo nivel de estrés que los adultos, también pueden verse afectados por las tensiones cotidianas. La siesta proporciona un momento de relajación y desconexión, permitiendo que los niños liberen tensiones y se recuperen emocionalmente.

7. Establecimiento de Rutinas Saludables:

La siesta puede contribuir a la creación de rutinas de sueño saludables desde una edad temprana. Fomentar el hábito de tomar una siesta en momentos regulares puede ayudar a los niños a establecer patrones de sueño consistentes, lo que a su vez mejora la calidad y cantidad total de sueño.

8. Mayor Energía y Vitalidad:

Una siesta adecuada puede recargar las energías de los niños, lo que les permite mantenerse activos y comprometidos durante el resto del día. Una siesta corta y reparadora puede marcar la diferencia en términos de energía y vitalidad.

9. Apoyo al Crecimiento Físico:

El crecimiento físico es especialmente importante durante la infancia.

La siesta proporciona al cuerpo un tiempo adicional para el proceso de crecimiento y reparación celular, lo que puede contribuir a un desarrollo físico óptimo.

10. Mejora en la Toma de Decisiones:

Un descanso adecuado, incluidas las siestas, ayuda a mejorar la función cognitiva en general, lo que incluye la toma de decisiones. Los niños que duermen la siesta tienden a mostrar una mayor capacidad para tomar decisiones informadas y racionales.

Por tanto, la siesta puede ser un factor crucial en el desarrollo y el bienestar general de los niños. Proporciona una oportunidad para que el cerebro y el cuerpo se recuperen, procesen información, regulen emociones y se preparen para enfrentar las demandas del día. Fomentar el hábito de tomar siestas regulares puede tener un impacto positivo a largo plazo en la salud física, mental y emocional de los niños.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Andrea Piacquadio / Pexels

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