Rebecca Rolland y el arte de hablar con los niños
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Lucia
La profesora de Harvard Rebecca Rolland, experta en lenguaje oral, ha publicado en español "El arte de hablar con niños" (Ed. Diana), una valiosa guía basada en la evidencia científica con herramientas y técnicas para comunicarse de forma más efectiva, amable y menos conflictiva con los niños.
La ciencia ya ha demostrado que la mejor manera de ayudar a nuestros hijos e hijas a ser autónomos, empáticos y felices es hablando con ellos. Aun así, muy a menudo, los padres, educadores y cuidadores tienen problemas a la hora de comunicarse con los más pequeños. Las conversaciones se vuelven triviales, o bien se convierten en callejones sin salida en los que los adultos preguntamos y los niños apenas responden. «¡No me cuenta nada!» Nos lamentamos. En ocasiones, incluso, caemos en la pelea y el conflicto casi sin darnos cuenta.
En este libro, Rebecca Rolland, profesora de Harvard, terapeuta del habla y madre, nos ofrece herramientas prácticas para ayudarnos a mantener conversaciones productivas y significativas con niños y niñas de todas las edades, no importa si se trata de un chaval de tres años obstinado o de una adolescente acostumbrada a contestarnos a todo con refunfuños y monosílabos.
Con una fascinante mezcla de historias, de la más avanzada investigación y consejos prácticos, este libro es esencial para empoderar a madres y padres y ayudarlos a gestionar los conflictos del día a día, acabar con las peleas y construir relaciones más pacíficas y satisfactorias para todos.
Según considera su editora en español, Rocío Carmona, la obra sostiene tres planteamientos: En primer lugar, poner más intención a la hora de conversar para que se produzcan intercambios de más calidad. Esto no requiere mucho trabajo, pero sí de una cierta consciencia y constancia.
Lo mejor para empezar es dedicar tiempo a observar al niño o niña para ver qué es lo que le interesa, y tratar de plantear conversaciones en torno a esas preferencias. Pasamos mucho tiempo con nuestros hijos e hijas, pero a veces dedicamos muy poco a darnos cuenta de qué se les pasa por la cabeza y a tener charlas que realmente les interesen.
En segundo lugar, ayuda no saberlo todo. Un «no lo sé, ¿qué piensas tú?» puede ser la puerta mágica para descubrir aspectos interesantísimos del mundo propio de cada niño. Por último, es fundamental no quitarles la palabra. A veces nos incomodan los silencios, sobre todo si creemos que al niño le está costando explicarse. Nuestra reacción instintiva entonces es preguntar más o incluso hablar por ellos. En algunos casos este recurso puede ser útil y le anima a decir lo que quiere, pero en otras ocasiones lo que supone es que al pequeño o a la pequeña no se le dé la oportunidad de expresarse.
En el libro de esta experta hay muchísimas ideas que me parecen de lo más útil, práctico y sorprendente, pero creo que quizá lo importante es recordar que una buena conversación es una fuente enorme de placer, de disfrute, de compañía, de relaciones sanas y de amor. Y que levante la mano quien no quiere más de eso para sus hijos y para sí mismo.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Editorial Diana
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