El sueño en edad preescolar, según el pediatra Carlos González
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El pediatra Carlos González, conocido por su enfoque respetuoso en la crianza y autor de libros como "Bésame mucho" y "Un regalo para toda la vida", ha compartido su perspectiva sobre cuándo y cómo los niños deben comenzar a dormir solos sin generarles angustia. En un episodio reciente de su podcast "Criando sin miedo", el especialista ofreció consejos prácticos basados en su experiencia.
González explica que, en la mayoría de los casos, los niños están listos para dormir en su propia cama alrededor de los tres años, aunque la transición a hacerlo en su propia habitación puede tomar más tiempo. "Es más habitual que hacia los tres años acepte dormir en tu habitación, pero en su propia cama, sobre todo si le das opciones", comenta el pediatra. Según su enfoque, el proceso debe verse como algo positivo y no como un castigo o una obligación.
Para facilitar esta transición, Carlos González sugiere involucrar al niño en la toma de decisiones, de modo que se sienta parte activa del proceso. "Primero le vendes la moto, ¿no? Mira, cariño, ahora tendrás tu propia cama para ti solo, porque ya eres mayor y vamos a comprar unas sábanas, las que más te gusten. Pueden ser de 'Spiderman', sí, cariño, pueden ser de 'Spiderman'. Pueden ser de 'Frozen', sí, cariño, ya las buscaremos", explica González con un tono cercano y comprensivo.
Además de hacer atractiva la idea de dormir solo, el pediatra subraya la importancia de transmitir seguridad al niño. Aconseja ofrecerle la posibilidad de volver a la cama de los padres en caso de necesitarlo. "Mira, cariño, si alguna noche quieres venir a dormir con papá y mamá, puedes venir, pero no hagas ruido, que papá y mamá tienen que dormir, y primero pasa por el baño", recomienda.
Los peligros de forzar la separación abrupta
Por otro lado, González advierte sobre los efectos negativos que puede tener forzar la separación de manera abrupta. En su opinión, este tipo de enfoque puede generar una gran angustia en el niño, lo que podría complicar aún más la transición. "Si en vez de darle opciones le dices: 'y nunca más dormirás con papá y mamá, porque dormir con papá y mamá es de bebés pequeñitos y tontos, ¿verdad que tú no quieres ser un bebé pequeñito y tonto? Pues entonces no tienes que dormir nunca más con papá y mamá', probablemente le va a entrar tanta angustia que se va a poner a llorar y se te va a venir", señala el pediatra, destacando que la presión emocional puede hacer que el proceso sea mucho más difícil tanto para los niños como para los padres.
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