Los tiempos del ordeno y mando, sin discusión, son ya historia. A los niños de hoy hay que razonarles las cosas, diciendo no, pero de forma positiva. Somos los padres y madres quienes tenemos que enseñar a nuestros hijos que existen límites y hay que cumplirlos, dicen en El Periódico.
Tenemos la responsabilidad como progenitores de los niños y niñas de ponerles límites, decirles no y de hacerles entender que no pueden sobrepasar ciertas barreras. Sin embargo, a veces no sabemos cómo poner estos límites, cómo enseñarles el no a los niños.
No hace falta acudir al autoritarismo, al grito o al chantaje para ello.
Se puede reconducir ciertas conductas de los niños que vemos de manera "inadecuada" o podemos decirle "hasta aquí basta" de forma positiva sin que lastimemos su autoestima y el autoconcepto que tienen de sí mismos.
"Eso no se hace, castigado para que aprendas"; "No cojas eso, que como eres un desastre se te va a caer"; "Como vuelvas a empujarme, te quedas sin mi amor". Quizás hayamos pronunciado alguna de estas frases, o quizás las hayamos escuchado. Aunque se dicen sin querer dañar a los niños, estos comentarios van minando su autoestima y les hacen creer que tienen menores capacidades por todo el refuerzo negativo que les damos.
¿Cómo poner límites, cómo decir de forma positiva el NO a los niños? Os ponemos estos ejemplos
- Nuestro hijo ha pegado a otro niño
Entre los 2 y 4 años, la etapa de las rabietas, los niños no tienen ningún control de sus impulsos y cuando no se le satisface una necesidad o un deseo de inmediato, entran en rabia y pueden empujar, arañar o pegar a otros niños (o a nosotros mismos). Si continúan estos comportamientos una vez pasado esta etapa, es posible que sea porque no hemos puesto un límite desde pequeños para que no usen la fuerza y la violencia para expresar sus emociones.
Probemos a decirle esto cuando se da la situación:
"Entiendo que estés enfadado. Yo también me enfado muchas veces. Es normal que te enfades y estés triste cuando tu amigo no te quiere dar el balón, pero eso no significa que le pegues. Cuando pegas a la gente les haces daño. A nadie le gusta que le hagan daño".
Le podemos poner un ejemplo con él mismo para que entienda los efectos que tiene pegar a la gente: "Imagínate que un amigo tuyo te empuja y te pega. No te gustaría estar con él, ¿no? Lo mismo le pasa al amigo al que has pegado. ¿Te parece que le vayamos a pedir perdón? Ten en cuenta que hasta que él no te pida perdón seguramente no puedas jugar con él. ¿Lo entiendes?". Y nos aseguramos de que ha entendido todo lo que le hemos dicho.
Para poner un límite les podemos decir:
"Entiendo que te cuesta mucho controlarte y que no te gusta pegar. Pero tienes que hacer un esfuerzo, porque no se pega a la gente. Si pegamos hacemos daño. Cuando sientas las ganas de pegar, ¿qué crees que podrías hacer en vez de eso? ¿Expresar en voz alta que estás enfadado, dar patadas al aire?". Así, no solo estaremos poniendo un límite, sino que también le estamos dando soluciones para expresar sus emociones y no recurrir a la violencia.
Si el problema de conducta es continuo y aunque lo intentemos sigue pegando, lo mejor es verlo con un profesional de la psicología para que pueda haber un cambio.
- Nuestra hija se ha soltado de la mano en un cruce
Cruzar de la mano es uno de los límites que no se pueden saltar por la seguridad de nuestro hijo o hija. Por eso es muy importante que si nuestro hijo se suelta cuando vamos a cruzar o se adelanta para cruzar solo, antes de darle cualquier explicación sobre el límite de no cruzar la calle solo, le cogemos de la mano. Frases como "no puedes cruzar la calle solo" o "no se puede ir por la calla sin estar al lado del adulto"
son necesarias que se las expresemos una vez que está a salvo. Aunque nuestros hijos tengan pataletas y quieran ir libres, hay que establecer un límite muy claro que ellos también deben conocer. Con poca edad, seguramente la capacidad de razonamiento de ese niño o niña no está desarrollada, por lo que la explicación no les servirá de mucho. Pero con un poco de más edad, les explicamos claramente que cuando se cruza se espera a los adultos o se va de la mano de ellos.
Photo: © PXHere
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