¿Es aconsejable que los niños duerman con sus mascotas?
Entre los niños y los perros y gatos que viven con nosotros se crean vínculos de afecto muy importantes, y no es raro verlos dormir con ellos. Algunos padres se cuestión si esta costumbre puede tener algún riesgo para su salud.
"En las grandes ciudades, las mascotas, como perros y gatos, muchas veces son consideradas como un integrante más de la familia. Por eso, empezaron a surgir conceptos como perri-hijo y gati-hijo", explica a Clarín la veterinaria Marcela Reissis. Y agrega: "A veces, hay un vínculo extremo con las mascotas, ya que para muchas personas ellas son la única compañía".
En ese marco, una de las dudas que más se repite es el tema de compartir el momento de descanso. ¿Es saludable o peligroso que perros y gatos duerman con nuestros hijos en la cama?
Desde la óptica de un pediatra es importante establecer ciertas pautas para despejar las dudas. "El tema del niño, la mascota y su relación a la hora de dormir juntos es una consulta frecuente", afirma el médico pediatra Luciano Guido Vizcay, presidente de la Asociación Médica del Hospital Alemán.
Vizcay explica que "cuando un niño duerme con su mascota surgen múltiples sensaciones que van desde el cariño, la seguridad durante el comienzo del sueño, la estabilidad emocional y hasta la responsabilidad de sus cuidados. Pero, ante todo, hay que cuidar la higiene y salud del perro o gato; por eso es importante la consulta con el veterinario de manera periódica".
Solo si los animales están sanos
En el mismo sentido, Reissis asegura que una mascota solo debe compartir la cama si estamos seguros de que no tiene enfermedades transmisibles contagiosas como pulgas, garrapatas o sarna ni enfermedades infecciosas
"Un animal saludable es sinónimo de familia sana. Porque solo si no está enfermo podrá subir a la cama, sin representar un riesgo, y mejor aún si previamente se le limpian las patas con toallas higiénicas", recomienda Reissis.
La veterinaria también destaca la importancia del baño sanitario o higiénico regular, realizado con agua, jabón o un champú especial.
"Básicamente, para mantener el pelaje limpio y también para evitar el olor", enfatiza Reissis.
Muchos padres y madres no saben qué raza elegir, pero según los especialistas, este aspecto no es tan importante a la hora de dormir. En cambio, ponen el foco en el temperamento y la estabilidad emocional del animal más que en su tamaño.
"Un animal de porte pequeño puede ser potencialmente peligroso si es inestable y uno de tamaño grande puede ser un encanto. En el caso de gatos se aplica lo mismo. No depende de la raza, sino de la estabilidad mental de la mascota", afirma Reissis.
En otras palabras, hay perros que son más sumisos y comprenden rápidamente la dinámica de la familia, pero otros confunden los roles y, aunque sean pequeños, puede lanzar mordidas, ladridos o arañazos.
El médico clínico Esteban Chilelli, del Sanatorio Modelo de Caseros, no prohíbe compartir la cama con un perro o un gato, pero sí es estricto con algunas recomendaciones: "Todo depende de las condiciones de salud de la persona. Si tiene las defensas bajas, toma cierta medicación, como corticoides, o está embarazada no es recomendable dormir con una mascota".
En cuanto a las enfermedades que pueden contagiar o producir las mascotas, Chilelli explica que "el arañazo del gato" es una dolencia producida por una bacteria llamada bartonella, que ingresa por una lesión en la piel; para prevenir la toxoplasmosis se debe poner especial atención en la higiene de las heces.
Otro tema para tener en cuenta, las alergias: "A veces son muy marcadas, porque se producen ronchas o hay episodios de broncoespasmo, pero muchas veces solo cae agüita de la nariz y cuesta identificarlas". En caso de que la persona sea alérgica, es mejor no tener ningún tipo de mascota en la casa.
Photo: © Global Lives Kazakhstan / Flickr
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