Adultos no somos modelo en uso de celulares para los niños
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Lucia
En un contexto marcado por el uso masivo de la tecnología, la interacción de los jóvenes con las pantallas se ha convertido en un tema de análisis y debate. Un reciente estudio realizado por la Fundación Orange y Save the Children, con la colaboración de GAD3, arroja luz sobre las dinámicas del consumo digital en hogares con niños y adolescentes, así como el impacto del comportamiento adulto en este ámbito.
El informe, titulado "Infancia y adolescencia en entornos digitales", se basa en entrevistas a más de 2.500 personas, incluyendo padres, adolescentes, docentes y expertos en tecnología. Según Luz Usamentiaga, patrona de la Fundación Orange, el objetivo del análisis es abordar tanto las oportunidades como los riesgos que el entorno digital representa para niños y adolescentes:
"Entendemos el entorno digital como un espacio de oportunidad, que aporta grandes ventajas a los niños, niñas y adolescentes, pero también como un desafío que implica riesgos".
El estudio también incluye aportes de 17 especialistas en desarrollo infantil, tecnología y educación, lo que lo convierte en un trabajo exhaustivo sobre el tema.
Uno de los hallazgos destacados es que los adultos, especialmente los padres, pueden estar transmitiendo un mensaje contradictorio sobre el uso responsable de la tecnología. Andrés Conde, director general de Save the Children, expresó su preocupación al respecto:
"Los padres estamos siendo un ejemplo negativo a la hora de mostrar un comportamiento totalmente adictivo".
El informe indica que un 14% de los adolescentes cree que sus padres utilizan más el móvil o las plataformas digitales que ellos mismos, con un promedio diario estimado de entre cuatro y cinco horas.
Hábitos digitales y preocupaciones
El tiempo frente a las pantallas es un tema recurrente en los hogares.
Según el estudio, el 93% de los adolescentes encuestados reconocen que deberían ajustar sus hábitos digitales. Entre las medidas más mencionadas para un consumo más equilibrado están:
Reducir el tiempo frente a las pantallas (54%).
Incrementar la actividad física (39%).
Evitar dormir cerca de dispositivos electrónicos (34%).
Sin embargo, la falta de coherencia en los hábitos digitales de los adultos parece complicar la adopción de estas prácticas. Muchos padres admiten que no siempre dan el mejor ejemplo, dificultando la promoción de un uso más consciente de la tecnología entre los menores.
Reflexión de los expertos
Los especialistas consultados insisten en que los adultos tienen un papel crucial como modelos de comportamiento digital. Según los autores del informe, no se puede esperar que los niños desarrollen una relación saludable con la tecnología si no se les brinda un ejemplo coherente.
El desafío no es únicamente establecer reglas claras para los más jóvenes, sino también revisar las propias conductas: desde la cantidad de tiempo que los adultos pasan en sus dispositivos hasta la calidad de las interacciones que priorizan frente a la tecnología.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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