Niños pequeños vs adolescentes: ¿Cuándo es más duro educarlos?
Las rabietas de los más pequeños, sus lloros sin justificación clara o sus enfados hacen perder la paciencia de los padres más tranquilos, frente a la rebeldía de los adolescentes, sus faltas de respeto y negativa a obedecer directrices... No es fácil comparar cuál de estas etapas de tus hijos puede resultar más dura de sobrellevar, dicen en OK Diario.
Muchos padres que luchan con los años (difíciles) de la primera infancia de sus hijos pequeños son advertidos por los padres de adolescentes con una sola advertencia: “¿Crees que un niño pequeño es difícil de manejar?
Solo espera hasta que se conviertan en adolescentes” . Pero en realidad, ¿Qué fase es más dura? ¿La de los niños pequeños o la de los adolescentes?.
¿Cuál es la etapa más difícil para un padre criando a un hijo? Esto es lo que se ha planteado un estudio científico que investigó los niveles de estrés entre padres de niños pequeños y adolescentes, dando como resultado que en realidad, no existen diferencias significativas. Sin embargo, de los dos tipos de padres, aquellos que se sintieron más abrumados fueron los padres de niños pequeños.
En este caso, la crianza vinculada a niños pequeños o infantes también está ligada al tiempo requerido en el cuidado del niño, que es mayor que el de un niño mayor. No sólo eso, en estos progenitores también hay un aumento del conflicto conyugal/pareja y una mayor dificultad para encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo, la familia y el tiempo personal.
Por lo tanto, la investigación ha demostrado que la calidad de la relación conyugal con la pareja también paga el precio, que tiende a disminuir en la primera infancia y luego solo mejora cuando el niño comienza el jardín de infancia y la escuela primaria .
Pros y contras de la crianza de los hijos
Según el estudio realizado, se destaca que los padres que tienen hijos menores de 5 años muestran varios aspectos positivos:
mayor satisfacción con la relación establecida con sus hijos;
mayor autoestima ;
mayor confianza como padre;
menos síntomas de depresión que los padres de adolescentes;
mayor felicidad al interactuar con niños más pequeños.
Sobre el lado difícil de criar a un adolescente, la investigación ha demostrado que mientras los niños pequeños tienen más demandas pero sus necesidades podrían satisfacerse fácilmente, los niños adolescentes requieren que sus padres satisfagan sus necesidades de maneras diferentes y más personalizadas.
En conclusión, no hay evidencia de que criar a un niño pequeño sea más difícil que criar a un adolescente.
Más allá de ser padre de un niño pequeño o de un adolescente, el consejo es centrar la atención en los aspectos positivos de la fase de desarrollo en la que se encuentra el niño, independientemente de la edad.
Photo: © Max Pixel
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