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Receta Infantil: Muffins de arándanos

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Lucia

Su color, textura y sabor los hacen agradables a todos los sentidos y especialmente, por su color entre azulado y morado, atractivos para los niños. Son los arándanos, que aportarán vitaminas a tus hijos, dice Clarín.
Asociado a la vida sana, y originario de los sotobosques de Estados Unidos, el arándano azul es fundamental para la salud del sistema urinario. Se consume fresco, en jugo, mermelada o salsas varias como chutneys, por ejemplo. Deliciosos con ricota o quesos frescos, los arándanos refuerzan el sistema inmunitario, mejoran la circulación y son protectores frente a varias enfermedades no transmisibles. Estados Unidos y Canadá son los mayores productores y consumidores.
Arándano es una palabra que viene del celta. "Aran" quiere decir arbusto espinoso. Los frutos, que nacen en racimos, son blancos al principio y a medida que maduran se vuelven azules.
Los pueblos originarios reverenciaron el arándano que crecía de manera salvaje en el nordeste de Estados Unidos. Decían que el Gran Espíritu había enviado "bayas estelares" para sanar a los enfermos. La creencia se basaba en que tienen una estrella de cinco puntas en los extremos.
Con arándanos los nativos aliviaron hambrunas y se sirvieron de la tinta para teñir telas y canastos con ese azul rojizo que los caracteriza.
Secos, los agregaban a guisos y carnes.
En la actualidad, su demanda crece a nivel mundial impulsada no sólo por su sabor, sino por sus cualidades nutricionales y nutracéuticas. Los arándanos son ricos en vitaminas A, del complejo B, C, D, y K. Aportan minerales como calcio, hierro, zinc y potasio. El poder antioxidante de las antocianinas -que le otorgan su característico color oscuro- otorga efectos protectores contra enfermedades coronarias, tumores, diabetes y el deterioro mental. Además, en las mujeres que sufren infecciones urinarias a repetición, la ingesta sistemática de arándanos aumenta el tiempo libre de recidivas entre infecciones. Su consumo también es aconsejado como tratamiento complementario en niños con este problema.
Toma nota de una receta con arándonos que encantará a tus niños:
INGREDIENTES
Mantequilla: 200 gramos
Azúcar: 200 gramos
Sal: 1 pizca
Huevos: 2
Leche tibia: 200 cm3
Harina: 440 gramos
Polvo de hornear: 15 gramos
Claras: 4
Azúcar molido: 200 gramos
Arándanos (frescos o congelados): 300 gramos
Moldes grandes: 18
PREPARACIÓN
Batir la mantequilla con el azúcar y la pizca de sal. La manteca debe estar a temperatura ambiente (blanda, pero no derretida).
Aparte, mezclar los huevos con la leche tibia, unir a la preparación anterior e incorporar la harina y el polvo de hornear tamizados juntos.
Hacer un merengue batiendo las claras con el azúcar común y sumarlo a la masa anterior con movimientos envolventes. Por último, agregar los arándanos y mezclar.
Distribuir la masa en pirotines grandes (ubicados sobre una placa para horno para que no se vuelquen).
Cocinarlos en horno moderado (180 grados) 25 minutos. Al pincharlos con un palillo, éste debe salir seco y limpio.
Photo: © SKopp / wikimedia

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