
Las recomendaciones de nutrición preescolar, según la Universidad de Stanford
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Los niños entre 3 y 5 años están en pleno desarrollo de sus hábitos alimenticios, etapa en la que requieren guía para establecer rutinas nutricionales adecuadas. Durante esta fase, suelen imitar conductas de los adultos y necesitan supervisión durante las comidas mientras perfeccionan habilidades como masticar y tragar.
Recomendaciones para las comidas de la Escecuela de Medicana de Stanford:
-Establecer horarios fijos para alimentos principales y meriendas, evitando picoteos fuera de esos momentos.
-Mantener un ambiente tranquilo durante las comidas, sin presiones para comer cantidades específicas. "Forzar a un niño a 'limpiar el plato' puede generar hábitos de sobrealimentación", advierten especialistas.
-Limitar distracciones: evitar juegos con la comida o actividades físicas mientras comen para prevenir atragantamientos.
-Ofrecer variedad de alimentos sin desistir ante rechazos iniciales. Los niños pueden necesitar múltiples exposiciones a un alimento antes de aceptarlo.
Guías nutricionales prácticas
El modelo "MyPlate" del USDA sugiere distribuir los alimentos en cinco grupos:
1) Granos integrales: como arroz integral, avena o panes de trigo entero.
2) Verduras variadas: priorizando colores intensos (verdes oscuros, rojos, naranjas) y legumbres.
3) Frutas: frescas, congeladas o en conserva (sin azúcares añadidos), limitando jugos a 120-180 ml diarios según edad.
4) Lácteos bajos en grasa: leche, yogur o quesos ricos en calcio.
5) Proteínas magras: pescado, carnes blancas, huevos, frutos secos (en presentaciones seguras) y legumbres.
Se recomienda reducir grasas animales y controlar porciones, ya que "en el control de peso, las calorías importan", señalan las guías dietéticas estadounidenses.
-Integrar actividad física
-Limitar tiempo frente a pantallas a menos de 2 horas diarias.
-Promover al menos 60 minutos de actividad física moderada o intensa cada día.
-Asegurar hidratación, especialmente durante el ejercicio.
-Participación y ejemplo parental
Involucrar a los niños en la selección y preparación de alimentos puede fomentar mejores elecciones nutricionales. "Los preescolares replican lo que ven: si los adultos tienen malos hábitos, los niños tampoco aprenderán a comer sano", explican expertos.
Para planes personalizados, se sugiere consultar recursos como ChooseMyPlate.gov o al pediatra, considerando que estas pautas están diseñadas para mayores de 2 años sin condiciones crónicas. La consistencia y el enfoque positivo son clave para establecer patrones duraderos.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © USDA
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