Cómo favorecer la autonomía de tus niños (y II)
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Lucia
La autonomía personal es un pilar fundamental en la educación de los niños y niñas. Se refiere a su capacidad para realizar tareas y actividades propias de su vida diaria, así como para pensar críticamente, dentro de lo esperado para su edad y entorno, leemos en The Conversation.
Seis claves para criar a niños y niñas más autónomos
La infancia es una etapa crucial en el desarrollo de la autonomía. Los niños y niñas que aprenden a ser independientes desde pequeños estarán mejor preparados para afrontar los retos de la vida adulta. Desde casa, podemos favorecer esta independencia si:
Asignamos responsabilidades: encomendamos a nuestros hijos tareas acorde a su edad y capacidad. Podemos empezar con pequeñas acciones como ordenar sus juguetes, hacer su cama o preparar su mochila para el colegio. A medida que vayan creciendo, podemos aumentar la complejidad de las tareas.
Alimentamos la autoconfianza y confíamos en sus capacidades, demostrándole que creemos en ellos y en sus habilidades. Elogiemos sus logros, por pequeños que sean. Animémosles a seguir intentándolo incluso si cometen errores.
Ofrecemos herramientas y recursos que necesitan para realizar sus tareas. Podemos enseñarles cómo hacerlo paso a paso y con paciencia, y no preocuparnos si no lo hacen perfecto, lo importante es que aprendan y se esfuercen.
Les motivamos para la exploración, dejándoles que experimente por sí mismos y que investiguen sin miedo al fracaso, ya que es parte del aprendizaje. Podemos también animarles a probar cosas nuevas.
Establecemos límites claros y consistentes. Esto les ayudará a comprender las normas y a tomar decisiones responsables. Debemos explicar las razones de las normas y asegurarnos de que las comprenden.
Les permitimos tomar decisiones, ayudándoles en el proceso limitando las opciones. Por ejemplo, dejarles escoger su ropa. Podemos ofrecerles dos o tres opciones y que escojan la que prefieran.
La autonomía en la adolescencia
La adolescencia no puede ser entendida como una etapa independiente. Es el momento en el que todo aquello que los niños han ido aprendiendo durante las etapas anteriores se pone en práctica. La autonomía es una de esas habilidades más relevantes en esta etapa pues el adolescente exige un aumento de autonomía frente a la etapa anterior.
Fomentar la autonomía en adolescentes que presentan comportamientos desafiantes puede ser un reto, pero es importante para su desarrollo personal. Algunos de los consejos para lograrlo son:
Mantener una comunicación abierta, dialogar con los adolescentes sobre sus intereses, preocupaciones y necesidades. Es importante que escuchemos con atención y sin juzgar. Podemos expresar nuestro punto de vista, de forma tranquila y respetuosa, aunque no estemos de acuerdo, pero es mejor evitar sermones o críticas. Es importante buscar el momento adecuado, aquel en el que el adolescente esté relajado y receptivo. Debemos comportarnos como adultos y saber que no se trata de dejarlo pasar sino de buscar la situación más propicia para hablarlo.
Establecer límites claros, consistentes y consensuados. Es importante evitar castigos arbitrarios o excesivos.
Brindar oportunidades para que puedan tomar decisiones, aunque estas no sean las que nosotros tomaríamos. Podemos darles apoyo y orientar pero sin imponer. La adolescencia es una etapa de exploración, intentar cosas nuevas y rebelión contra reglas familiares.
Delegar responsabilidades, especialmente aquellas relacionadas con las tareas del hogar. Confiar en que lo pueden hacer, reconociéndolo cuando es así y elogiándoles.
Fomentar la independencia animando a que realicen actividades por su cuenta.
Finalmente, ser pacientes y compresivos. La adolescencia es una etapa de transición y cambio y la clave en para fomentar la autonomía es la confianza y el respeto.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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