Volver a clases con altas temperaturas
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Lucia
Estados Unidos es uno de los países donde las vacaciones en muchas escuelas acaban en agosto, y como se sabe, en el hemisferio norte el mes de agosto es uno de los más calurosos del año. En California, el inicio de este cursp escolar se ha visto marcado por temperaturas superiores a los 32 °C (90 °F). La Dra. Lisa Patel, pediatra y profesora clínica asociada de Pediatría en Stanford Medicine Children’s Health, ha señalado en una entrevista con CNN los riesgos para la salud asociados con un índice de calor tan elevado. Con la ola de calor alcanzando su punto máximo en el sur de California, las familias deben considerar varias medidas para proteger a sus hijos del golpe de calor y otras enfermedades relacionadas.
Impacto del calor en las escuelas
Más del 40% de las escuelas en Estados Unidos carecen de sistemas adecuados de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) o tienen sistemas en mal estado, según la Dra. Patel. Incluso las escuelas que cuentan con sistemas en funcionamiento pueden enfrentar problemas debido a la sobrecarga y caídas de tensión. La Dra. Patel subraya la importancia de que tanto las escuelas como las familias tomen medidas para mitigar los efectos del calor en los estudiantes.
Hidratación adecuada
Proporcionar acceso constante a agua fresca es crucial. Se recomienda que los padres envíen a sus hijos con un termo de agua fría todos los días. Si las normas en el aula dificultan rellenar las botellas, se sugiere enviar dos botellas de agua. Además, para reponer los minerales perdidos, es aconsejable incluir alimentos ricos en electrolitos en la dieta, como albaricoques secos, frutos secos y semillas.
Ambientes acondicionados
El cuerpo necesita tiempo para recuperarse del calor extremo. En áreas donde el calor nocturno sigue siendo alto y si no se tiene acceso a aire acondicionado en la escuela o en casa, se recomienda llevar a los niños a lugares públicos con aire acondicionado, como bibliotecas, centros de refrigeración o centros comerciales. El tiempo necesario en estos ambientes dependerá de diversos factores, incluidas las condiciones médicas preexistentes del niño y sus niveles de actividad.
Ropa adecuada
Vestir a los niños con ropa de colores claros y tejidos transpirables, como el algodón, puede ayudar a mantenerlos frescos. La Dra. Selvam aconseja usar la menor cantidad de ropa posible que sea apropiada para el contexto y evitar capas o accesorios innecesarios. También sugiere optar por ropa que absorba la humedad, similar a la utilizada en actividades deportivas.
Uso de paños refrescantes
Mojar áreas como la nuca, la frente y los puntos de pulso en las muñecas puede ayudar a refrescar el cuerpo. Los padres pueden enviar paños prehumedecidos o dispositivos de nebulización al colegio, siempre y cuando el centro escolar lo permita. Sin embargo, este método puede ser menos efectivo en zonas con alta humedad, donde el aire ya está saturado de humedad.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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