¿Traviesos o hiperactivos?
Los niños hiperactivos no son más traviesos o maleducados sino que padecen un «trastorno cerebral», como consecuencia de lentitud en su crecimiento neuronal, concluyó un estudio internacional publicado en Holanda, citado por ABC.
«Hay una base neurobiológica que explica el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Y eso los padres deben tenerlo claro y aprender a lidiar con sus hijos», explica a Efe Marcel Wortel, del hospital universitario de Nijmegen, en Holanda, que dirigió esta investigación.
Hay cinco puntos o regiones visibles en el cerebro que muestra una lentitud en el crecimiento neuronal en las personas con TDAH, lo que no ocurre con los que no lo sufren. Uno de los trastornos más evidentes localizados por los científicos está en los ganglios basales, la parte del cerebro involucrada en el control de la emoción y la cognición, y que se encuentra cerca de la base del cerebro, dentro del telencéfalo.
Esto muestra que el volumen total del cerebro es menor en personas con TDAH, en comparación con personas totalmente sanas. Dos de los puntos visibles de tamaño reducido están también en la amígdala y el hipocampo.
En la amígdala radican las emociones básicas como el enfado o el miedo; es decir, la región del cerebro que desempeña la regulación de las emociones. El papel del hipocampo está menos claro -explican los
investigadores- pero «posiblemente tenga también que ver con la motivación y la regulación emocional».
En cuanto a la medicación, el estudio demuestra que esta suprime los síntomas, pero no tiene ningún efecto sobre el volumen cerebral de las personas con TDAH, es decir, no cura el problema original. Según el estudio, las diferencias son aún más evidentes en niños y adultos jóvenes, que en personas más mayores, y por ello los investigadores asumen que el retraso en el desarrollo del cerebro es una característica del TDAH. La investigación se basó en el mayor estudio de neuroimágen realizado hasta la fecha en personas con déficit de atención. En total se compararon imágenes de 1.713 personas con TDAH y 1.529 personas sin este trastorno, todos en edades comprendidas entre los 4 y los 63 años.
«Las diferencias que hemos encontrado pueden explicar el retraso en el desarrollo cerebral que caracteriza este trastorno de atención», aseguran los científicos del centro Radboud de Nijmegen.
El TDAH se caracteriza por síntomas de falta de atención, impulsividad e hiperactividad, y lo sufren uno de cada veinte niños (menores de 18
años) en todo el mundo, y dos tercios sufren sus efectos o mantienen signos en su vida adulta. «Este es un trastorno del cerebro al igual que lo es la depresión clínica, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, también asociados con los volúmenes cerebrales anormales», explica la investigadora Martine Hoogman, del centro médico de Nijmegen.
Los resultados de esta investigación, resalta, exigen poner fin a los estigmas tales como que el TDAH está causado por «la mala educación» o que los niños «son difíciles» de educar, ya que solo es cuestión de que el cerebro madura a otro ritmo. El estudio, dirigido por la científica holandesa Barbara Franke, fue publicado enla revista científica Lancet Pschiatry.
Photo: © PXHere
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