¿Son felices nuestros niños?
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Lucia
La felicidad en la infancia y las preocupaciones que enfrentan los niños son temas de análisis recurrentes en estudios e investigaciones.
Diversos factores influyen en cómo los menores perciben su bienestar, desde el tiempo que comparten con sus padres hasta las condiciones socioeconómicas en las que crecen. Aquí se abordan los hallazgos clave de dos investigaciones: el II Estudio sobre felicidad e infancia, realizado por Imaginarium, y el informe de Unicef El bienestar infantil desde el punto de vista de los niños. Ambos documentos exploran las dinámicas que afectan la felicidad de los menores y las desigualdades que pueden marcar su desarrollo.
Uno de los hallazgos principales del estudio de Imaginarium, basado en las respuestas de 4.713 madres y padres, es que los niños perciben como preocupaciones principales la falta de tiempo para jugar y el escaso tiempo que comparten con sus progenitores. Casi el 99 % de los encuestados considera que la felicidad infantil depende de compartir momentos de calidad con ellos, pero solo el 68 % declara hacerlo con regularidad. Además, dos de cada cinco adultos reconocen que sus hijos los extrañan en ciertos momentos del día.
El estudio también refleja que cuatro de cada cinco padres creen que horarios laborales más flexibles permitirían un mayor contacto con sus hijos. Esta falta de tiempo afecta especialmente a los preadolescentes:
entre los niños de hasta dos años, solo un 8 % se considera infeliz, mientras que entre los de 9 a 12 años, la cifra asciende al 23 %. Según la psicóloga clínica Ana Saro, esto podría deberse a que "los desafíos a los que se enfrentan son mayores a medida que socializar con sus iguales se vuelve fundamental en sus vidas".
La percepción de la felicidad infantil
La subjetividad de la felicidad es otro aspecto que destaca el estudio.
Según los padres encuestados, la mitad de los niños son felices pero tienen dificultades para expresarlo. Un 18 % de los menores se consideran felices y valoran lo que tienen, mientras que otro 12 % solo reconocen su felicidad cuando se les explican los esfuerzos realizados en su beneficio.
El concepto de felicidad es difícil de definir, no solo en los niños, sino también en los adultos. A menudo, las personas toman conciencia de su felicidad solo cuando sienten que la han perdido. Esto plantea la importancia de enseñar a los menores a reconocer y valorar los momentos felices en sus vidas cotidianas.
El informe de Unicef El bienestar infantil desde el punto de vista de los niños, exploró el bienestar subjetivo infantil mediante encuestas directas a menores de 12 y 13 años. Este informe identifica características comunes en niños considerados "más felices": suelen vivir en un hogar estable con ambos progenitores, tienen acceso a bienes materiales y culturales, y cuentan con al menos dos adultos con empleo remunerado en su entorno familiar. También tienden a tener experiencias positivas, como vacaciones fuera de casa, y se sienten escuchados tanto en su hogar como en la escuela.
En contraste, los niños que se encuentran "al margen" de estas condiciones suelen enfrentarse a situaciones como la inseguridad en el hogar o la escuela, cambios frecuentes en su entorno familiar, falta de acceso a recursos tecnológicos, y progenitores con bajo nivel educativo o sin empleo. Estas carencias no solo influyen en su bienestar emocional, sino también en su desarrollo educativo y social.
A pesar de las dificultades señaladas, los informes concluyen que la mayoría de los niños son felices. Según el estudio de Imaginarium, solo un 10 % de los menores encuestados se consideran infelices. Sin embargo, como ocurre con cualquier dato, la valoración de esta cifra puede variar según la perspectiva de quien la analice.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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