La organización de una habitación infantil es algo más complicado de lo que puedas pensar, ya que hay que tener varios aspectos en cuenta, entre otros el de la seguridad, a la hora de decorarla y de escoger los muebles adecuados para los niños. El dormitorio de un niño debe ser un lugar aparte de seguro, cómodo y un refugio para ellos; un lugar donde puedan jugar, disfrutar de su tiempo libre, relajarse y hacer sus tareas. Actualmente es muy demandada la litera tren, ya que une diversión con descanso y en un espacio reducido, cuentan en Ronda Somontano.
Es fundamental dedicarle un tiempo a decidir los muebles necesarios que debe tener, la distribución, así como la decoración más apropiada, según la edad del niño y sus gustos personales.
Muebles básicos para la habitación del niño
Una habitación para niño debe tener una serie de muebles, algunos de ellos imprescindibles, y otros muy recomendables, para una mayor comodidad.
En primer lugar, el elemento central de un dormitorio es la cama. A la hora de elegir un tipo u otro de cama hay que tener en cuenta muchos aspectos, como la edad del niño, el tamaño de la habitación y si se se trata de una habitación individual o para dos niños.
En una habitación para dos niños, lo ideal es poner literas, ya que ahorra mucho espacio, y además, se pueden encontrar diferentes modelos que se adaptan a cualquier tipo de dormitorio, como la litera tren, que permite una mejor distribución.
Si la habitación es de tamaño pequeño, lo mejor es elegir un tipo de cama que ahorre espacio, como las camas abatibles o las camas nido, aunque si se trata de un dormitorio grande, es preferible elegir una cama grande para que se vaya adaptando al crecimiento del niño.
El escritorio es otro de los muebles esenciales que debe tener una habitación infantil o juvenil. A la hora de adquirir un escritorio hay que tener en cuenta que los niños, sobre todo cuando llegan a la adolescencia, pasan mucho tiempo sentados allí, por lo que conviene elegir un tipo de escritorio cómodo y espacioso, y una silla también cómoda.
La mesa de escritorio debe tener la suficiente amplitud como para poner un ordenador, algún ordenador de escritorio, y que sobre espacio para estudiar cómodamente en ella. De este modo, podrán realizar sus tareas escolares de una forma cómoda y también pasar parte de su tiempo libre allí.
Por otro lado, la habitación debe tener algunos sistemas de almacenaje, un armario amplio, con suficientes cajones, una cajonera, y algunas baldas o una estantería. Si la habitación es pequeña, puedes optar por aprovechar cualquier espacio y poner algún sistema de almacenamiento bajo la cama.
Es necesario que se disponga de varios espacios para almacenar, para que los niños puedan tener ordenadas todas sus pertenencias y el dormitorio sea un lugar ordenado y tranquilo.
Si aún queda algo de espacio en el dormitorio, se pueden introducir otros muebles, como un sillón o un puff, para que el niño esté lo más cómodo posible. Además, estos elementos, si se escogen apropiadamente, pueden aportarle un aire más juvenil y desenfadado a la habitación.
Cómo decorar una habitación infantil
En primer lugar, para decorar un dormitorio para niños, hay que pensar en los gustos y en las aficiones del niño en concreto y decorarla en base a ellos o cogiendo algunos elementos que le gusten. No es una buena idea decorar la habitación de forma general, ya que debe ser un espacio propio para él y debe estar a su gusto.
En cuanto a los colores de la habitación, es aconsejable elegir una gama de colores y basarse en ella para los elementos básicos, como el color de las paredes y los muebles.
En principio, se recomienda escoger tonalidades claras y neutras, tanto para pintar las paredes como para el mobiliario y poner colores más vivos o fuertes en los textiles, en los complementos y en los elementos decorativos. De esta forma, se podrá adaptar más fácilmente al proceso evolutivo del niño y se podrá cambiar rápidamente cuando el niño se canse de la decoración.
Además, los colores claros y neutros ayudan más a una mayor concentración y son ideales para que el niño pueda estar relajado y cómodo en su dormitorio.
Los elementos decorativos que se escojan pueden servir para aportar personalidad y un toque de distinción a la habitación. Por ejemplo, se puede pintar un rincón con pintura de pizarra y el niño puede dibujar a su gusto o se puede hacer un mural en una de las paredes con dibujos que le gusten al niño.
Por último, es conveniente pensar en el futuro a la hora de elegir los muebles y de decorar una habitación para niños. Por ejemplo, no se aconseja poner muebles demasiado infantiles o que no se puedan adaptar a los niños más mayores, ya que habrá que cambiarlos enseguida, porque el niño no se sentirá cómodo con ellos.
Photo: © Oyvind Solstad / Flickr
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