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Por qué no pueden faltar las proteinas en la dieta infantil

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Lucia

La inclusión adecuada de proteínas en la dieta de los niños es esencial para asegurar un desarrollo saludable y un crecimiento óptimo. De acuerdo con estudios recientes en Estados Unidos, uno de cada siete niños en edad escolar no consume suficientes proteínas diariamente. Esta deficiencia tiene efectos directos en su salud y su desarrollo físico, como explica el Dr. Gabriel Gómez, Director Médico Regional para América Latina en Abbott: “si un niño se está quedando en la curva de crecimiento que le corresponde o es muy pequeño para su edad, es probable que no está recibiendo toda la proteína y nutrientes necesarios para un crecimiento saludable”.

Para abordar este problema, los especialistas en nutrición recomiendan introducir cambios específicos en la alimentación de los niños, y mantener el equilibrio entre proteínas y otros nutrientes esenciales. A continuación, se presentan aspectos claves que pueden guiar a los padres en la construcción de una dieta rica en proteínas y nutrientes esenciales para sus hijos.

1. La proteína y su papel fundamental en el crecimiento La proteína es esencial para el crecimiento infantil, ya que interviene en la recuperación y reparación de los tejidos de músculos, piel, órganos, sangre, cabello y uñas. De los 20 aminoácidos que componen las proteínas, el cuerpo humano solo puede producir 11, mientras que los otros 9 deben obtenerse de los alimentos. Sin estos aminoácidos esenciales, el desarrollo del niño puede verse afectado. Esta función reparadora y formadora de tejidos subraya la importancia de una dieta con proteínas suficientes, especialmente durante los años de crecimiento rápido.

2. Nutrientes esenciales que acompañan a las proteínas Además de los aminoácidos, las proteínas son una fuente importante de otros nutrientes esenciales como la vitamina E, vitaminas del complejo B, zinc, hierro y magnesio. Estos nutrientes contribuyen al fortalecimiento del sistema inmunológico y al funcionamiento del organismo en general, elementos cruciales para que los niños enfrenten y superen enfermedades o procesos de crecimiento. La inclusión de estos micronutrientes en la dieta protege también contra problemas de salud a largo plazo, como la anemia por deficiencia de hierro o la fatiga crónica.

3. Consecuencias de la carencia de proteínas en la infancia La falta de proteínas en la dieta infantil puede tener efectos serios.

Los niños que no consumen suficientes proteínas suelen mostrar signos de fatiga, baja concentración y crecimiento más lento que sus compañeros.

Además, la deficiencia de proteínas puede traducirse en dolores inespecíficos, dificultades en la cicatrización de heridas y una menor respuesta del sistema inmunológico ante infecciones comunes. Estos problemas de salud afectan tanto el bienestar físico como el rendimiento académico, al impactar la energía y la concentración del niño en sus actividades diarias.

4. Snacks y su aporte calórico bajo en proteínas Una gran parte del consumo diario de calorías en los niños proviene de los snacks, que aportan alrededor del 30% de las calorías que ingieren cada día. Sin embargo, la mayoría de estos snacks, especialmente los dulces y postres, contienen pocas o nulas cantidades de proteína. Estos productos se consideran "calorías vacías", ya que ofrecen energía sin proporcionar nutrientes esenciales, incluyendo las proteínas. Para evitar esto, se recomienda optar por snacks que también incluyan una fuente de proteínas, de modo que los niños puedan satisfacer sus necesidades nutricionales de manera más equilibrada.

5. Lácteos como fuente de proteínas y nutrientes Incluir fuentes de proteínas en cada comida puede ser un reto, pero los productos lácteos ofrecen una solución accesible. La leche, por ejemplo, es una fuente rica en proteínas y otros nutrientes esenciales como el calcio y la vitamina D, ambos fundamentales para el crecimiento óseo.

Otros productos lácteos, como el yogur griego y el queso, son opciones viables para añadir proteínas a la dieta. Estos alimentos no solo son beneficiosos desde el punto de vista nutricional, sino que también son fáciles de incorporar en el desayuno o como parte de las meriendas de los niños.

6. Alternativas saludables: nueces, huevos y barritas de proteína Para los niños que no tienen restricciones alimentarias por alergias, los productos derivados de las nueces son otra opción para aumentar el consumo de proteínas. Las mantequillas de nueces, por ejemplo, pueden añadirse a frutas, panes o alimentos bajos en nutrientes, enriqueciendo la dieta sin mayores complicaciones. Los huevos también son una fuente de proteínas de alta calidad y pueden prepararse de muchas formas, lo cual facilita su inclusión en la alimentación infantil. Las barritas de nueces y proteínas son otra alternativa práctica, especialmente cuando los niños necesitan un snack rápido y nutritivo.

7. Bebidas enriquecidas en proteínas como complemento Cuando es difícil cubrir las necesidades diarias de proteínas mediante la comida, las bebidas enriquecidas en proteínas pueden ser una solución útil. Estas bebidas suelen contener alrededor de 10 gramos de proteína por porción, junto con otros nutrientes como calcio, vitamina D, potasio y fibra, que complementan los vacíos en la dieta diaria. Aunque las bebidas no deben sustituir a una comida balanceada, pueden servir como un apoyo para aquellos niños que requieren más proteínas o que tienen dificultades para consumir ciertos alimentos.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG

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