Por qué no es siempre buena idea llevarnos a los niños de compras
Cuando vamos al mall en busca de oportunidades para llenar el closet o encontrar gadgets o artículos de colección, es decir, adquisiciones propias de adultos, llevar a los niños no siempre es buena idea, porque pueden aburrirse y cansarse mucho antes que tu. Estos son los consejos de Bebés y Más para ir de compras con los pequeños.
Hay ocasiones en que no tenemos alternativa, porque no hay con quien dejarlos. Si no queda más remedio que ir con ellos a comprar, para evitar que se pongan nerviosos, lloren o se estresen, os compartimos los siguientes consejos.
Lleva a los niños de tiendas solo si es estrictamente necesario
Hay adultos a los que les encanta ir de tiendas. Visitar una y luego otra, detenerse a mirar escaparates, cotejar precios, buscar las mejores rebajas, comprar una cosa aquí y otra allá...
Para muchos, ir de compras o pasar la tarde en un centro comercial aporta sensaciones agradables, ayuda a liberar tensión, relaja y permite pasar un rato entretenido.
Pero este hobby tan extendido entre los adultos, lógicamente no cala de la misma manera en los niños, para quienes ir de compras es un auténtico aburrimiento.
Por eso, antes de ir a comprar con los niños plantéate si verdaderamente es necesario, o si por el contrario puedes esperar a hacerlo solo en otro momento. En este sentido, no es lo mismo tener que ir al supermercado para llenar la despensa familiar, que pasar la tarde en un centro comercial haciendo compras que muy probablemente se puedan posponer.
A los niños pequeños no les gusta demasiado la inmovilidad y se exasperan con facilidad si se les obliga a permanecer en un sitio sin hacer nada demasiado tiempo.
Por ello, con independencia del tipo de compra que tengas que hacer, intenta ser lo más breve y conciso posible, evitando grandes centros comerciales, supermercados de pasillos interminables o distancias largas por carretera.
Te ayudará llevar una lista de las cosas que debes comprar o de las tiendas que tienes que visitar, así como hacer una estimación aproximada del tiempo que estaréis fuera, teniendo siempre presente que el tiempo para los niños no trascurre de la misma forma que para los adultos.
Elige el momento del día más adecuado para los niños
Cuando toca ir con los niños a comprar debemos ser los adultos quienes nos adaptemos a sus horarios, rutinas y necesidades, y no a la inversa.
Así, si hablamos de ir de tiendas con un bebé o niño pequeño (al que llevamos en carrito o mochila portabebé), podemos aprovechar su rato de siesta para comprar, pero siempre que esta actividad no altere su sueño.
Cuando se trata de niños más mayores, podemos preguntarles qué momento del día prefieren para acompañarnos, tratando de evitar en la medida de los posible las horas centrales de más afluencia de gente.
En cualquier caso, si el niño tiene hambre, está cansado o tiene sueño es necesario respetar sus necesidades y dejar la compra para otro momento.
No olvides la sillita de paseo o la mochila portabebé
Aunque tu hijo ya camine, si todavía es pequeño puede ser de gran ayuda llevar su sillita de paseo. Te resultará imprescindible si se cansa, está aburrido o quiere echar una cabezadita.
También es una gran ayuda la mochila portabebé, incluso en niños más mayores, pues su porteo a la espalda te permitirá tener las manos libres para poder comprar mientras tu peque está protegido.
Lleva algunos de sus juguetes
Las tiendas están llenas de estímulos visuales para los niños, por lo que querrán tocar todo lo que esté a su alcance. Para evitarlo, lleva una bolsita un par de juguetes o cuentos que les permitan estar entretenidos y jugar mientras tú compras.
Si se trata de bebés o niños de muy corta edad resulta también de gran ayuda meter en el bolso de paseo su mantita, objeto de apego o sonajero favorito. Sorprenderle con él en un momento difícil puede evitarle una rabieta.
Photo: © MaxPixel
Comentarios