Por qué jugar solos y sin pantallas es positivo para niñas y niños
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Lucia
Para muchos padres, ver a sus hijos incapaces de entretenerse sin una pantalla o sin adultos a su lado puede resultar desconcertante. Aunque los niños suelen tener habitaciones llenas de juguetes, no siempre logran jugar solos y tienden a buscar atención constante. Sin embargo, aprender a jugar de forma independiente resulta clave para su desarrollo, afirman expertos.
Dan O'Hare, fundador de Edpsy, una comunidad en línea de psicólogos educativos, sostiene que el juego libre, guiado solo por el niño, es esencial en su aprendizaje. “Existe la idea de que hay una forma correcta de jugar, generalmente jugando en grupo y de forma cooperativa, pero para eso se necesitan muchas habilidades. En realidad, es completamente normal que los niños más pequeños jueguen solos o junto a otro niño sin necesidad de interacción directa”, explica O'Hare en una entrevista para CNBC. Según el especialista, el juego libre permite a los niños desarrollar su imaginación, sus habilidades motoras y la capacidad de resolver conflictos.
El juego no estructurado, también llamado “dirigido por el niño”, consiste en dejar que el menor tenga el control sobre la actividad, sin imponerle reglas ni directrices. La Fundación Seattle Children subraya que este tipo de juego no solo fortalece la confianza en sí mismos, sino que también impulsa su desarrollo social y su capacidad de expresión verbal. Kathy Hirsh-Pasek, psicóloga y directora del Laboratorio de Lenguaje Infantil de la Universidad de Temple, añade que el juego independiente promueve “la gestión del tiempo, la función ejecutiva, las habilidades organizativas, y la autorregulación emocional y física”.
Avital Schreiber-Levy, coach de rendimiento para padres, considera que este tipo de juego puede incluso actuar como una forma de terapia infantil. “Si los niños logran crear sus propios mundos y habitar en ellos, pueden procesar emocionalmente lo que les preocupa y tomar control sobre ello”, apunta Schreiber-Levy en el The New York Times. La pandemia, señala, ha sido una clara muestra de cómo estos espacios de autonomía ayudan a los menores a adaptarse y canalizar emociones.
Cómo Facilitar el Juego Independiente en Casa
Si los niños no están acostumbrados a jugar de forma independiente, no es recomendable esperar que lo hagan durante largos periodos desde el inicio. Para empezar, los expertos sugieren involucrarse y establecer periodos cortos, de 10 a 20 minutos. “Simplemente hazles saber: ‘Tengo
20 minutos para vosotros, ¿qué queréis hacer?’”, recomiendan desde la Fundación Seattle Children.
Durante el juego, el adulto puede observar sin intervenir o cuestionar, imitando las acciones del niño y comentando el juego en tono de narrador, como si fuera un comentarista deportivo. De esta manera, el menor recibe el apoyo necesario sin perder su autonomía. También puede ser útil acondicionar un espacio en casa donde los niños puedan moverse y desordenar libremente sin restricciones.
Implementar el juego independiente en la rutina diaria puede ayudar a los niños a aprender a entretenerse por sí mismos, adquiriendo herramientas que les beneficiarán en su desarrollo personal y en su futuro.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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