Nuevas tecnologías y desarrollo cerebral infantil
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Lucia
El crecimiento de los niños y niñas en un entorno en el que las relaciones humanas están cada vez más mediadas por pantallas plantea desafíos importantes. El uso temprano y continuo de dispositivos electrónicos configura patrones de comportamiento y desarrollo que merecen una atención cuidadosa. Las pantallas, aunque son herramientas útiles, implican riesgos cuando no se gestionan adecuadamente, según expertos en desarrollo infantil, afirma la psiquiatra Natalia Martín en El Mundo .
En contextos de estrés y sobrecarga, muchas familias recurren a dispositivos electrónicos para calmar a los niños. Sin embargo, esta práctica tiene implicaciones. Al entregarles un móvil, tablet o encender la televisión para manejar su frustración o aburrimiento, los menores dejan de aprender a gestionar sus emociones y enfrentar la frustración.
Esto puede derivar en una mayor dependencia de la sobreestimulación y en dificultades para desarrollar habilidades como la creatividad, la calma y el control de la atención.
Impacto en el desarrollo cognitivo, emocional y social
Diversas investigaciones destacan que el uso abusivo de las tecnologías puede perjudicar el desarrollo infantil. Según la American Psychological Association y la Canadian Pediatric Society, las pantallas no deberían formar parte de la vida de los bebés de 0 a 2 años. Para niños de 3 a 5 años, se recomienda limitar su uso a menos de una hora diaria, y para edades entre 6 y 18 años, a un máximo de dos horas diarias.
Los menores de 6 años que pasan tiempo significativo frente a pantallas pueden experimentar:
Dificultades en la adquisición del lenguaje.
Problemas con la atención sostenida, la memoria de trabajo y el control de impulsos.
Disminución de la interacción familiar.
Cambios en los patrones de actividad física y sueño.
A pesar de estos riesgos, un estudio señala que el 90% de los niños conocen dispositivos electrónicos antes de cumplir un año, y el 60% de los menores de 3 años los usan habitualmente. En muchos hogares, la televisión está encendida de forma constante, lo que refuerza su presencia como parte del entorno cotidiano.
Beneficios limitados y un enfoque de equilibrio
El único uso beneficioso demostrado para los niños pequeños es el de las videollamadas interactivas, que pueden fortalecer las relaciones a distancia. No obstante, para minimizar los riesgos, es fundamental adoptar un enfoque equilibrado y establecer hábitos saludables desde temprana edad.
Consejos para un uso responsable de las tecnologías
Establecer límites claros y realistas
En lugar de prohibiciones absolutas, crear normas sobre el tiempo y el contenido del uso de dispositivos es más efectivo para fomentar hábitos saludables.
Educar sobre la finalidad de las tecnologías
Explicar a los niños que dispositivos como tablets y teléfonos no son juguetes, sino herramientas que deben usarse con cuidado. Hablar con ellos sobre los beneficios y riesgos de la tecnología, adaptando la información a su edad.
Proteger la calidad del sueño
Limitar el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse, ya que interfieren con la producción de melatonina y pueden alterar el descanso.
Supervisar el contenido
Tener conversaciones abiertas sobre los sitios web y tipos de contenido apropiados o prohibidos, explicando las razones de estas decisiones.
Educar en seguridad digital
Enseñar a los niños a navegar de forma segura, a no responder a mensajes de extraños y a reportar situaciones incómodas.
Fomentar la interacción social presencial
Ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales en la vida real, promoviendo amistades fuera del ámbito digital.
Promover un uso consciente y planificado
Evitar la exposición innecesaria y fomentar el uso de dispositivos para actividades educativas o creativas en lugar de entretenimiento pasivo.
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