
Nueva CEO de la Fundación Dr. Seuss destaca la importancia de leer desde pequeños
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Katie Rast recuerda su infancia entre páginas. "Nunca conocí un libro que no me gustara", dice. "Para mí no existía el concepto de 'demasiados libros'. Quería todos. El amor por la lectura me enseñó que el mundo estaba al alcance de mis manos, aunque solo fuera a través de las páginas de un libro". Aquella niña que exploraba los fondos marinos y rincones del planeta desde su habitación hoy dirige la Fundación Dr. Seuss, una organización que promueve programas de alfabetización temprana.
El camino entre esos dos puntos no fue directo. Antes de asumir el cargo en septiembre, Rast trabajó en desarrollo laboral, innovación y emprendimiento. Fue cofundadora del Fab Lab en San Diego, asesora de estrategia en el UC San Diego Design Lab y directora de impacto comunitario en la San Diego Foundation. Pero siempre hubo un hilo conductor: la convicción de que el acceso a la educación temprana cambia trayectorias vitales.
"Ser un lector competente es la base para convertirse en un aprendiz empoderado", explica al San Diego Union Tribune. "La proficiencia en lectura está directamente conectada con el éxito académico y profesional. Por eso debemos invertir en los más pequeños". Los números respaldan su premisa: según estudios citados por la fundación, el 90% del desarrollo cerebral ocurre antes de los 5 años, y los niños que no leen al nivel esperado en tercer grado tienen cuatro veces más probabilidades de abandonar la escuela secundaria.
En su rol previo en la San Diego Foundation, Rast lideró la Iniciativa de Educación Temprana y ayudó a lanzar "Ready to Learn", un programa de 15 millones de dólares en colaboración con la Fundación Dr. Seuss para expandir la alfabetización en la primera infancia. Ahora, como CEO, planea profundizar ese trabajo. "Antes incluso de que los niños sostengan un libro, necesitan cimientos: experiencias que estimulen su desarrollo cognitivo", señala.
La conexión personal con la misión de la fundación es evidente. Rast no solo creció devorando libros —incluyendo los clásicos del Dr. Seuss como "El Lorax" y "The Butter Battle Book"— sino que ve en ellos un mecanismo único de aprendizaje. "La magia del Dr. Seuss está en que, bajo la fantasía y el humor, siembra mensajes sobre cuidar el planeta o convivir en paz. Los niños aprenden a amar la lectura mientras absorben esas lecciones".
Residente de El Cajón, San Diego, junto a su esposo e hija, Rast encuentra en los espacios naturales de la zona —como el Parque Mount Helix, que menciona como uno de sus "tesoros escondidos"— un reflejo de aquellos mundos literarios que la marcaron. Quizás por eso su enfoque combina lo pragmático con lo visionario: "No se trata solo de enseñar a decodificar letras, sino de encender la chispa de la curiosidad. Un niño que pregunta '¿qué pasa si...?' mientras hojea un libro está construyendo las herramientas para navegar un futuro complejo".
Mientras ajusta los detalles de su transición al nuevo cargo, Rast insiste en que el trabajo no partirá de cero. "Hay comunidades enteras haciendo labor extraordinaria en alfabetización. Nuestro rol es escucharlas, apoyarlas y conectar los puntos para que más niños tengan acceso a lo que yo tuve: la certeza de que los libros pueden ser ventanas, espejos y mapas, todo al mismo tiempo".
En un momento donde las pantallas compiten por la atención infantil y las evaluaciones muestran bajas preocupantes en comprensión lectora, su mensaje resuena con urgencia. Pero Rast prefiere hablar de oportunidades: "Cada vez que un adulto lee con un niño, no solo están compartiendo una historia. Están construyendo un andamio para que ese niño pueda, algún día, escribir la suya propia".
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Dr. Seuss Foundation
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