Niños músicos tienen mejor memoria
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Lucia
Aprender a tocar un instrumento musical no solo es una actividad entretenida para los niños, sino que también puede ofrecerles una serie de beneficios que abarcan diversas áreas de su desarrollo. Entre ellos llama la atención que potencia su memoria.
1. Mejora la memoria
Un estudio realizado con niños en edad preescolar reveló que tanto escuchar música como tocar un instrumento estimula el cerebro y mejora la memoria. Según el sitio Effective Music Teaching, los efectos positivos de esta estimulación pueden durar a largo plazo.
2. Fomenta la coordinación
Tocar un instrumento requiere un alto nivel de coordinación entre los ojos y las manos. Los niños deben leer una partitura y convertir las notas en movimientos específicos, todo mientras siguen el ritmo y, en algunos casos, controlan su respiración. Esta actividad ayuda a desarrollar una sincronización precisa entre distintas partes del cuerpo.
3. Refuerza las habilidades académicas
La relación entre la música y las matemáticas es más cercana de lo que podría pensarse. Al aprender sobre ritmos, escalas y pulsaciones, los niños también están adquiriendo conocimientos matemáticos, como la división de tiempos, la creación de fracciones y el reconocimiento de patrones. Lynn Kleiner, fundadora de una academia de música, comentó a la revista Parents que “pareciera que la música cablea el cerebro de los pequeños para ayudarlos a comprender mejor distintas áreas de las matemáticas”.
4. Desarrolla habilidades físicas
Algunos instrumentos, como los de percusión, requieren el uso coordinado de manos, brazos y piernas, lo que fomenta el desarrollo de habilidades motoras. Otros, como el violín o el piano, demandan movimientos complejos y simultáneos de ambas manos, lo que también contribuye al fortalecimiento de estas capacidades. Estas habilidades pueden preparar a los niños para otros pasatiempos, como bailar o practicar deportes.
5. Mantiene el cerebro activo a largo plazo Estudios sugieren que aprender a tocar un instrumento podría tener un impacto positivo en el cerebro con el paso del tiempo. Una investigación publicada en 2011 en la revista Neuropsychology concluyó que aquellos que estudiaron un instrumento durante al menos una década conservaban mejor la memoria no verbal, eran más hábiles para identificar objetos y mostraban una mayor capacidad para aprender nueva información en la vejez.
Un aprendizaje que deja huella
A partir de estos beneficios, queda claro que aprender a tocar un instrumento musical puede ofrecer a los niños una base sólida para el desarrollo de habilidades cognitivas, físicas y académicas. Además, este tipo de aprendizaje podría tener un impacto duradero en su vida. Por eso, invitar a los más pequeños a elegir un instrumento es una excelente manera de estimular su crecimiento integral.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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