Niños con altas capacidades: ¿cómo identificarlos y ayudarlos?
Los niños sobredotados pueden ser detectados, dicen en Divinity. Existen indicadores que nos ayudan a detectar que un niño tiene altas capacidades, pero sigue tratándose de un asunto complicado para la mayoría de padres y profesores. Aún pesa la idea de que las altas capacidades corresponden a niños con un rendimiento escolar por encima de la media, pero lo cierto es que esto solo ocurre en un porcentaje de los casos. De hecho, muchos niños que tienen un desarrollo precoz, a menudo pasan por el fracaso escolar. Conocer las señales que ayudan a identificar a un niño con altas capacidades y saber cómo acompañarlo es muy importante para que tenga un buen desarrollo a todos los niveles.
El coeficiente intelectual no es suficiente
Hasta hace no tanto, solo se hablaba de niños “normales” (más o menos
listos) y de niños “superdotados”, que eran los que tenían un coeficiente intelectual de 130 o superior. Si bien esta forma de medir la capacidad intelectual no ha desaparecido, se han abierto las puertas a lo que a día de hoy llamamos “altas capacidades”. El punto de partida es considerar que no hay un solo tipo de inteligencia, sino que hay inteligencias múltiples y que, además, no son estáticas en el tiempo.
Desde aquí se desarrollan diferentes tipos de evaluación que buscan aproximarse más al funcionamiento cerebral del niño, ofreciendo respuestas más detalladas y concretas. Por eso es importante prestar atención a determinados comportamientos de nuestros hijos, y contemplar la posibilidad de que sea valorado por un profesional si cumple varias de las características que te indicamos a continuación.
Características de un niño con altas capacidades
Estos puntos son los que pueden ayudarte a detectar si tu hijo tiene altas capacidades:
Precocidad en el lenguaje: son niños que empiezan a hablar sobre los 12 meses y pronto muestran un vocabulario muy rico, con capacidad para mantener conversaciones.
Precocidad en el aprendizaje de materias, de manera autodidacta, que para otro niños requieren tiempo y enseñanza, como la escritura, la lectura o las matemáticas.
Fracaso escolar: a pesar de la precocidad para aprender, el colegio puede resultarles aburrido o poco estimulante, y es habitual que se despisten en la búsqueda de asuntos que despierten su interés.
Hipersensibilidad a la luz o ruidos fuertes, que les lleva a experimentar situaciones de agobio. También pueden serlo a la ropa, y rechazar llevarla porque el tejido les moleste o no les guste su color.
Son muy intensos emocionalmente, por lo que su respuesta a diferentes estímulos que les haga ponerse tristes, alegres o enfadados puede parecernos desmesurada.
Son obsesivos con aquello que despierta su interés, y mientras este dura puede que no quieran hablar ni hacer nada que no esté relacionado con ello.
Cuestionan la autoridad, y no la acatan a menos que le encuentren un sentido lógico.
Cómo acompañar a un niño con altas capacidades
Incluso antes de que te confirmen que tu hijo tiene altas capacidades, ya puedes comenzar a ayudarle para favorecer su desarrollo sin que se sienta un “bicho raro”. En primer lugar no olvides que se trata de un niño, y que aunque muestre signos de madurez desorbitada en algunos aspectos, no lo es en todos. Necesita tus cuidados, atención y límites, y que estos sean acordes a su edad, independientemente de sus altas capacidades.
Muchos de sus intereses no se corresponden con los que tienen otros niños de su entorno, por lo que es importante que tú le acompañes en su camino. Muchas veces se sentirá frustrado, pero le ayudará saber que puede contar contigo.
Ten mucha paciencia porque es posible que sus reacciones desmesuradas a cosas cotidianas te pongan a prueba. Respira hondo y él también lo hará.
Aunque tenga altas capacidades no deja de ser un niño, y necesita que lo trates como tal. Es posible que su demanda sea también muy alta, y necesite contarte a todas horas lo que le pasa por la cabeza. Es su forma de estar en el mundo, y lo mejor que puedes hacer por él es escucharle, aunque también conviene que le ayudes a respetar los turnos de palabra.
No le compares nunca con otros niños, ni en positivo ni en negativo, porque no le será de ayuda. Deja que sea como es, y pónselo fácil en la medida de lo posible, porque su mayor apoyo será saber que cuenta contigo.
Photo: © geralt / pixabay
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