
Menús recomendados en casa para niños de preescolar
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Con el regreso a las aulas de preescolar, muchos hogares enfrentan el desafío de mantener una alimentación equilibrada mientras se adaptan a los nuevos horarios y rutinas. Este periodo, donde los niños establecen sus primeras relaciones con la comida, puede determinar patrones alimenticios que perdurarán toda la vida.
Según expertos de Roots Mindfoodness, especializados en nutrición infantil durante los primeros mil días de vida, "la alimentación inadecuada en la primera infancia es uno de los principales factores de riesgo de una mala salud de por vida". Las consecuencias a largo plazo pueden manifestarse en bajo rendimiento académico, menor productividad, deterioro del desarrollo intelectual y social, además de enfermedades crónicas como problemas cardíacos, obesidad infantil, diabetes, cáncer o trastornos digestivos.
Los nutricionistas observan que "con la vuelta al colegio, es muy habitual que los niños pierdan interés por probar cosas nuevas, coman menos cantidad y nos cueste más establecer horarios de ingestas". Esta situación se complica por el constante asedio publicitario de productos industriales y ultraprocesados, que contienen cantidades elevadas de sal, azúcar, harinas hidrolizadas y dextrinadas, aceites refinados y materias primas de baja calidad.
Frente a este escenario, los especialistas proponen estrategias prácticas para integrar la alimentación saludable en la dinámica familiar: La técnica del batch cooking emerge como una herramienta organizativa fundamental. Esta práctica permite planificar y preparar las comidas de toda la semana en una sola sesión de cocina. "Te aseguras tener todas las comidas organizadas y que la improvisación no domine tu rutina", explican desde Roots Mindfoodness, que ofrece recetas semanales adaptadas a la edad del niño y sus necesidades nutricionales, listas para calentar.
La elección de frutas y verduras de temporada representa otra estrategia efectiva. Estos productos, al conservar todo su sabor natural, resultan más atractivos para el paladar infantil, facilitando la aceptación de estos alimentos esenciales en la dieta diaria.
Involucrar a los niños en actividades culinarias desde temprana edad facilita que interioricen hábitos saludables. El contacto directo con los alimentos y la participación en preparaciones sencillas crea una relación positiva con la comida nutritiva.
Las cenas merecen especial atención dentro de la planificación alimentaria. Según los expertos, este suele ser "el momento más difícil, ya que, con la tarde de deberes, estudio, mochila, limpieza y trabajo, llegan las nueve de la noche y todavía no hemos podido prepararles la cena". La preparación anticipada o la elección de opciones saludables y rápidas se vuelve crucial en este contexto.
Elena Toledano, nutricionista de la compañía, enfatiza que "cada etapa exige unos requerimientos calóricos y nutricionales. Por ejemplo, las necesidades de hidratos de carbono, proteínas y grasas no son iguales a los 7 meses que a los 11 meses, así como la cantidad de cada toma". Esta precisión en las necesidades nutricionales según la edad del niño subraya la importancia de adaptar la alimentación a cada fase del desarrollo.
La propuesta de Roots Mindfoodness se centra en "una alimentación saludable en los mil primeros días de vida para conseguir unos buenos hábitos a largo plazo y de esta manera prevenir enfermedades en la infancia, adolescencia y adultez". Este enfoque preventivo reconoce que los cimientos alimentarios establecidos en la primera infancia pueden influir decisivamente en la salud futura.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Mizuno K
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