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Los beneficios de los peluches para los niños

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Lucia

Los peluches, presentes en muchas casas con niños, van más allá de ser simples juguetes. Su textura suave y sus formas amigables los convierten en objetos que los niños abrazan, acarician y usan en sus juegos. Según Paloma Castellanos, psicóloga especialista en neuropsicología y educación, en Informativos Telecinco, los peluches ofrecen una serie de beneficios importantes para el desarrollo integral de los niños. Desde gestionar miedos hasta estimular habilidades cognitivas y sociales, su impacto se extiende a diversas áreas del crecimiento infantil.

Desarrollo sensorial desde las primeras etapas

En las primeras etapas de la vida, los peluches actúan como herramientas sensoriales. Su textura suave y las distintas sensaciones que provocan ayudan a los bebés a explorar el mundo que los rodea, fomentando su curiosidad y estimulando sus sentidos de manera segura.

Consuelo y gestión de miedos

Los peluches también tienen un papel importante en el desarrollo emocional. Castellanos señala que pueden ser útiles para gestionar el estrés, la ansiedad y los miedos de los niños, ofreciéndoles seguridad y consuelo. Además, a través del juego, los niños proyectan emociones en sus peluches, lo que fomenta la empatía y les ayuda a reconocer las emociones en los demás.

Imaginación y creatividad a través del juego simbólico

Los peluches facilitan el juego simbólico, una actividad clave para la imaginación infantil. Al asignarles personalidades, roles o características humanas, los niños crean historias y escenarios que les permiten practicar situaciones cotidianas, como cuidar a un bebé o ser un médico. Este tipo de interacción estimula el pensamiento abstracto y la capacidad para resolver problemas dentro de contextos inventados.

Fomento del lenguaje y la resolución de conflictos

Hablar con un peluche no solo es un juego, sino una forma de desarrollar habilidades cognitivas como el lenguaje y la resolución de conflictos.

En las historias que los niños inventan, los peluches se convierten en personajes con reglas, problemas y soluciones. Estas actividades promueven el pensamiento crítico y estructurado, elementos esenciales para el aprendizaje en general.

Habilidades sociales en práctica

Los peluches también son herramientas para practicar habilidades sociales. Actúan como compañeros de juego que enseñan a compartir, colaborar y negociar. Además, al cuidar de un peluche, los niños desarrollan un sentido de responsabilidad y fortalecen su capacidad para formar conexiones afectivas.

Aliados en las rutinas del sueño

Para muchos niños, los peluches ofrecen un sentimiento de seguridad que les ayuda a relajarse al momento de dormir. Asociar el peluche con la rutina nocturna puede facilitar el descanso, contribuyendo a un sueño más reparador.

A lo largo de todas las edades

Aunque suelen asociarse con la infancia, los peluches pueden tener significados diferentes según la etapa de la vida. En los bebés son una fuente de confort, mientras que para los adultos pueden representar recuerdos emocionales o incluso objetos de colección. Lo importante, como señala Castellanos, es elegir peluches adecuados para cada edad, garantizando siempre su seguridad.

Más que un juguete

En palabras de Paloma Castellanos, los peluches no son únicamente un objeto de juego. Contribuyen al desarrollo emocional, cognitivo y social de los niños, proporcionando un espacio seguro para la expresión de sentimientos y la creación de vínculos. Al ofrecer un peluche, no solo se entrega un juguete, sino también una herramienta con potencial para acompañar y enriquecer el crecimiento integral de los más pequeños.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG

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