
Libros sobre Halloween, un gran regalo para niños en edad preescolar
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El aire se enfría, las hojas crujen bajo los pies y las calabazas comienzan a asomar sus sonrisas anaranjadas en los porches. Halloween se acerca, y con él, la emoción de disfrazarse y la curiosidad por un mundo ligeramente misterioso. Para un niño en edad preescolar, esta festividad puede ser una mezcla de fascinación y timidez. Entre la alegría de los dulces y el posible susto de una decoración demasiado tenebrosa, existe un espacio seguro y cálido: el de la lectura. Un libro puede ser el regalo perfecto, un objeto que no se consume en una noche, sino que construye recuerdos y entiende sus miedos.
Regalar un libro para Halloween no es solo obsequiar una historia de fantasmas. Es ofrecer una herramienta para navegar sus emociones. A esta edad, los conceptos de lo "aterrador" y lo "divertido" pueden solaparse de forma confusa. Un buen libro para preescolares no busca asustar, sino domesticar lo desconocido, transformar un monstruo en un amigo potencial y la oscuridad en un escenario de aventuras. Las ilustraciones son tan importantes como el texto; colores vivos, trazos amables y personajes con expresiones exageradas pero no amenazantes son la clave.
Historias donde los monstruos son amigos
Muchos de los libros más queridos para esta temporada giran en torno a criaturas que, en lugar de dar miedo, despiertan simpatía. Cuentos sobre fantasmas amistosos que prefieren hacer reír a asustar, o sobre brujas torpes que no pueden volar correctamente en sus escobas, son ideales.
Estas narrativas le quitan hierro a las figuras clásicas del imaginario de Halloween. El niño descubre que la bruja, bajo su sombrero puntiagudo, puede tener el mismo problema que él: quizás se ha perdido, o tiene miedo a la oscuridad, o simplemente quiere un chocolate caliente. Esta humanización de lo "peligroso" es un consuelo poderoso para una mente en desarrollo.
Los libros con elementos táctiles o solapas que levantar son especialmente valiosos a esta edad. La acción física de descubrir qué hay detrás de una puerta, o bajo la cama de un personaje, le da control sobre la narrativa. Es él quien decide levantar la solapa y enfrentarse a lo que hay ahí. Y, invariablemente, lo que encuentra es un ratón con un sombrero de fiesta, o un murciélago sonriente, o un montón de dulces.
Este mecanismo refuerza la idea de que tras lo aparentemente oscuro, puede haber una sorpresa positiva. Es una metáfora lúdica que los niños internalizan con facilidad.
Calabazas, calabazas y más calabazas
Otro pilar de los libros para esta edad son las historias sobre calabazas. El ciclo de la calabaza, desde que es una semilla hasta que se convierte en una linterna, es un relato fascinante para un preescolar. Libros que narran cómo un niño planta una semilla, cuida la planta, elige la calabaza perfecta en el campo, la vacía (un proceso que suele describirse como "sacar las tripas" con gran humor) y finalmente talla una cara, conectan la festividad con la naturaleza. Le dan un contexto y un significado que va más allá del disfraz. El mensaje es sobre creación, paciencia y el orgullo de hacer algo con sus propias manos.
Las rimas y las repeticiones son otro acierto seguro. Los textos con un ritmo marcado y predecible permiten que el niño anticipe lo que viene, lo cual genera una sensación de seguridad y dominio. Cantar o recitar una historia sobre "diez brujitas que volaban en el cielo" hace que la participación sea activa. No es un espectador pasivo de una historia de miedo, sino un partícipe de una canción o un poema juguetón. El elemento sobrenatural se convierte en el vehículo de un juego de palabras.
El miedo a la oscuridad y el consuelo de la compañía
Para muchos niños, el verdadero "fantasma" de Halloween es la oscuridad que llega más temprano. Libros que abordan directamente el miedo a la oscuridad, con delicadeza y sin moralejas pesadas, pueden ser el regalo más oportuno. Historias donde un conejito o un osito descubre que los ruidos nocturnos no son monstruos, sino el crujir de un árbol o el sonido del viento, ofrecen un consuelo inmediato. Le explican al niño que su miedo es válido y, al mismo tiempo, le proporcionan una explicación racional y tranquilizadora.
Al final, el mejor libro de Halloween para un preescolar es aquel que termina con una sensación de calidez y comunidad. Una historia que concluye con todos los personajes—monstruos, humanos y animales—compartiendo una merienda bajo la luz de la luna, o celebrando una fiesta donde todos están invitados. El mensaje subyacente es que Halloween, en el fondo, no es sobre el miedo, sino sobre la comunidad, la imaginación y la diversión compartida. Un libro así, envuelto como un regalo, no es solo un objeto para octubre; es un compañero que year tras año, puede sacarse del estante para recordar que incluso las noches más oscuras pueden iluminarse con una buena historia y una risa.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Lisa Ferland
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