
Las tablas de crecimiento de los niños, explicadas
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Las tablas de crecimiento son una herramienta rutinaria en las consultas pediátricas, aunque para muchos padres representan un motivo de confusión e incluso de preocupación. Estos gráficos monitorizan el desarrollo físico infantil a través del tiempo mediante mediciones de estatura, peso, perímetro cefálico (para menores de 2 años) e índice de masa corporal (para mayores de 2 años).
Amalia Guardiola, pediatra de UT Physicians Pediatric Primary Care y profesora de pediatría en McGovern Medical School de UTHealth Houston, explica la función de estas herramientas: "Las tablas de crecimiento nos ayudan a monitorizar el desarrollo de los niños e identificar cualquier preocupación de manera temprana".
El aspecto que genera más dudas entre las familias son los percentiles, que básicamente comparan el crecimiento de un niño con el de un grupo de menores de misma edad y sexo. Guardiola aclara este concepto: "Por ejemplo, si un niño está en el percentil 50 de estatura, significa que es más alto que el 50% de los niños de su edad".
En cuanto a los tipos de tablas utilizadas, existen principalmente dos modelos. "La tabla de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) describe el crecimiento de niños en una población específica —Estados Unidos— y es principalmente para niños de 2 años o más", indica la pediatra. "La tabla de la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa cómo deberían crecer los niños saludables bajo condiciones óptimas desde el nacimiento hasta los 2 años, tomando la lactancia materna como estándar".
Uno de los conceptos que más alarma genera entre los padres es cuando escuchan que su hijo "ha caído de su curva de crecimiento", lo que significa que sus percentiles han disminuido en los parámetros de crecimiento. Guardiola señala que esto puede indicar un problema de salud o nutrición: "Por ejemplo, si un niño siempre estaba en el percentil 50 de peso, pero cayó al percentil 25 durante las siguientes dos visitas, este cambio repentino en los percentiles puede ser motivo de preocupación".
Una caída o aumento rápido puede señalar problemas médicos o nutricionales que requieren evaluación adicional. Entre las razones comunes para cambios en los patrones de crecimiento se incluyen enfermedades, mala nutrición, cambios en los niveles de actividad, estrés, desequilibrios hormonales o condiciones crónicas.
A pesar de su utilidad, Guardiola enfatiza que las tablas de crecimiento son solamente una pieza del rompecabezas en la evaluación de la salud infantil. Durante las consultas, los pediatras también evalúan el desarrollo, la nutrición, el comportamiento y el bienestar general del niño.
"Hablamos sobre niveles de energía, sueño, desarrollo, rendimiento escolar, apetito y patrones de crecimiento familiar —no solo sobre la tabla de crecimiento", afirma la especialista.
Para los padres preocupados porque su hijo es "demasiado pequeño" o "demasiado grande", Guardiola ofrece un mensaje de tranquilidad: cada niño crece a su propio ritmo y en su propia curva. recomienda que los padres se concentren en el crecimiento constante, los hábitos saludables y los chequeos regulares para identificar problemas tempranamente.
El desarrollo infantil va más allá del crecimiento físico e incluye cómo el niño aprende, se mueve, se comunica, juega e interactúa con otros.
"Un niño puede estar creciendo bien según la tabla pero aún necesitar apoyo en otras áreas de desarrollo", concluye Guardiola. "También nos enfocamos en cómo están aprendiendo, comportándose y adaptándose social y emocionalmente".
© SomosTV LLC-NC / Photo: © RCPCH
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