La receta de los pediatras para ayudar a los niños pequeños a manejar los sentimientos intensos
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Lucia
Todos experimentamos emociones fuertes a veces. Cuando un niño pequeño tiene un episodio de "sentimientos intensos", puede ser difícil saber cómo reaccionar. Pero hay algunas estrategias de crianza sencillas que pueden ayudar a los niños a aprender a manejar esos sentimientos de forma saludable.
Con ellas, los niños pueden sentirse seguros en ese momento y a medida que crecen. Estas estrategias les recuerdan que usted, como padre o cuidador, está ahí para ayudarlos a manejar los sentimientos que los superan.
3 estrategias de crianza que puede probar
1. Orientación emocional
La orientación emocional puede ser increíblemente sencilla y eficaz.
Empiece observando los sentimientos de su hijo. A continuación, puede ayudarlo a nombrar esas emociones y reconocer cómo se sienten. Por último, puede ocuparse de las necesidades de su hijo.
Por ejemplo, podría decirle: "Veo que ahora estás molesto. Parece que estás enfadado porque tenemos que irnos del parque y la estabas pasando muy bien. Es muy duro cuando la diversión tiene que terminar".
Este enfoque ayuda al niño a sentirse comprendido y apoyado. Así le resultará más fácil gestionar sus emociones.
2. Narración deportiva
La "narración deportiva" es una herramienta poderosa y práctica que puede añadir a sus herramientas de crianza. Consiste simplemente en describir el comportamiento de su hijo en voz alta, utilizando un tono positivo y dejándole escuchar sus observaciones.
Por ejemplo, podría decir algo como: "Veo que estás jugando de una forma muy creativa con tus bloques".
Esto ayuda a su hijo a sentirse reconocido, valorado y alegre. De este modo, su hijo experimenta su atención (incluso cuando no está intentando captarla). Puede provocarle sentimientos de alegría y deleite, lo que refuerza su conexión con él.
3. Tiempo de cariño
El juego es una parte crucial del desarrollo saludable de su hijo.
Incorporar "tiempo de cariño" a su rutina puede suponer una gran diferencia.
Tómese de 10 a 15 minutos, dos o tres veces por semana. Durante ese tiempo, dedique toda su atención a jugar con su hijo. Puede llamarlo "Tiempo de Sarah" o como se llame su hijo para que sea un momento especial y personalizado.
Permita que su hijo elija la actividad y céntrese solo en jugar. Es un momento sin teléfono y sin libros. ¡Céntrese solo en juguetes que fomenten el juego compartido y la creatividad! Puede utilizar la narración deportiva para describir lo que están haciendo. El tiempo de cariño aumenta la sensación de su hijo de ser reconocido y valorado.
Programe un temporizador para que este tiempo de juego sea estructurado, pero flexible. Esto ayuda a garantizar una conexión divertida y significativa.
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Al igual que aprender a leer o a atarse los zapatos, no todos aprendemos a hacer las cosas de la misma manera. Sea flexible, creativo y esté dispuesto a probar nuevas estrategias. Esto lo ayudará a conectar con los niños de su vida y fomentar la salud relacional. Al hacerlo, le ayudará a su hijo a ser resiliente y más capaz de sobrellevar sus sentimientos, sin importar lo intensos que sean.
La salud mental y emocional son partes cruciales de nuestro bienestar general. Así que considere la posibilidad de añadir estas tres estrategias a su caja de herramientas de cuidado para apoyar el desarrollo saludable general de su hijo.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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