
La lucha diaria para que vayan a dormir a su hora
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Las escenas se repiten noche tras noche en hogares de distintas partes del mundo: la luz se apaga, pero comienza una nueva negociación. La hora de acostarse, lejos de ser un momento tranquilo, se convierte con frecuencia en un campo de batalla entre padres e hijos. Un estudio impulsado por Netflix en siete países da cuenta de lo que ocurre durante esos minutos en los que se intenta, sin garantías, que los más pequeños se vayan a la cama.
El informe se realizó en México, Brasil, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Canadá y Australia, con motivo del estreno de la serie infantil "5 minutitos más". La encuesta reveló que un 61% de los adultos responsables de acostar a sus hijos se enfrentan cada noche a diversas estrategias infantiles para evitar el sueño. Como resultado, la rutina de llevarlos a la cama demanda, en promedio, casi 20 minutos diarios.
Los datos también muestran que cada país parece tener su propia dinámica en esta rutina diaria. En México, por ejemplo, los niños son especialmente persuasivos. El 60% de los padres mexicanos admite permitir que sus hijos se queden despiertos más allá de la hora establecida, frente a un 41% del promedio global. Según el estudio, las razones suelen ser las tácticas afectivas que emplean los chicos para ganarse unos minutos más.
En Brasil, el enfoque cambia de lo emocional a lo estratégico. El 52% de los padres reconoce que las negociaciones propuestas por sus hijos suelen tener éxito. Los pequeños brasileños, al parecer, dominan el arte del regateo nocturno mejor que el promedio mundial (44%).
Mientras tanto, en el Reino Unido, el uso de la palabra parece tener más peso que las reglas. Un tercio de los padres británicos acepta que una manera eficaz de llevar a los niños a la cama es mediante la persuasión verbal. "Una de las maneras más rápidas para llevar a sus hijos a la cama es a través de palabras persuasivas", reconocen, comparado con un 28% en otros países.
En cambio, en Australia las reglas son más estrictas. El 26% de los adultos se considera riguroso con los horarios de sueño, en contraste con un 21% a nivel global. Esta actitud más inflexible se replica también en Canadá, donde el 61% de los encuestados no acepta excusas ni engaños de sus hijos para posponer la hora de dormir, frente al 51% promedio.
Francia se destaca por la eficiencia. Es el país donde los niños se acuestan más temprano y con mayor regularidad: en promedio, lo hacen a tiempo 5.1 días por semana (comparado con 4.8 a nivel global). También es donde los padres negocian menos: el proceso tarda allí unos 12.3 minutos por noche.
Estados Unidos, en cambio, presenta el escenario más complejo. Un 66% de los niños estadounidenses utiliza tácticas creativas para evitar dormir, lo que obliga a sus padres a invertir cerca de 19.3 minutos en persuadirlos, superando los 17.5 minutos globales.
Pese al esfuerzo que implica este ritual diario, la mayoría de los padres encuentra en él un valor especial. El 87% coincide en que ese momento final, cuando los niños ya están acostados y abrigados, representa el instante más significativo de la jornada. Para muchos, más allá del cansancio, ese abrazo en la oscuridad compensa cualquier negociación previa.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Kristina Alexanderson
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