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La identificación por edad contribuiría a la seguridad infantil en linea

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En el Reino Unido, la entrada en vigor de la ley conocida como "Online Safety Act" ha cambiado el rumbo de la industria tecnológica. El nuevo marco legal impone a las compañías digitales una obligación de cuidado hacia los menores: deben protegerlos de materiales inadecuados para su edad, discursos de odio, fraudes, acoso y de la presencia de material de abuso sexual infantil. El incumplimiento puede derivar en sanciones económicas de hasta el 10% de los ingresos globales anuales de una empresa.

La presión regulatoria no se limita a Europa. En Estados Unidos, el Congreso debate la "Kids Online Safety Act", una propuesta que busca responsabilizar a las plataformas de redes sociales de los daños que sus productos puedan causar a los menores. La semejanza con la ley británica es clara: ambas iniciativas quieren redefinir los límites de responsabilidad de las tecnológicas en relación con la infancia.

Este escenario ha provocado una reacción en cadena. Grandes portales para adultos han comenzado a bloquear el acceso a todos sus usuarios hasta que pasen por un sistema de verificación de edad. Otras plataformas que no se relacionan directamente con el consumo de pornografía, como Spotify, Reddit o X, han adoptado también mecanismos de comprobación para impedir que los menores entren en contacto con contenidos explícitos o inapropiados.

En el centro de estas medidas aparece un nombre recurrente: Yoti. La empresa británica ha desarrollado un sistema de identificación digital basado en inteligencia artificial capaz de estimar la edad de una persona a partir de una autofoto. Según asegura la compañía, su algoritmo —entrenado con millones de rostros— puede calcular la edad de adolescentes y jóvenes adultos con un margen de error de apenas dos años. Yoti ya había colaborado previamente con la oficina de correos del Reino Unido y ahora se coloca en primera línea de la carrera por proveer servicios de verificación exigidos por las nuevas normativas.

Otros actores compiten en el mismo terreno, como Entrust, Persona o iProov, pero Yoti se ha convertido en el proveedor más visible bajo el régimen británico. Pete Kenyon, socio del bufete Cripps, describe la situación de este modo: "Hay una carrera en marcha entre las empresas de tecnología y servicios de seguridad infantil para ganarse la confianza. Los nuevos requisitos han creado, sin duda, un nuevo mercado y los proveedores se apresuran a dejar su huella".

Sin embargo, no todo el mundo recibe estas innovaciones con entusiasmo. Las críticas apuntan al riesgo de vulnerar la privacidad de los usuarios y a la posibilidad de filtraciones de datos sensibles. Kenyon advierte: "Surgen problemas sustanciales de privacidad con el uso de esta tecnología. La confianza es clave y solo se logrará mediante procedimientos técnicos y de gobernanza estrictos y eficaces que mantengan los datos personales a salvo".

Desde la organización de protección infantil NSPCC, Rani Govender sostiene que las herramientas adecuadas ya existen y que no deberían poner en riesgo la intimidad de los usuarios. "Las empresas tecnológicas deben tomar decisiones deliberadas y éticas, eligiendo soluciones que protejan a los niños sin comprometer la privacidad", afirma. Y añade: "La mejor tecnología no se limita a marcar casillas; construye confianza".

La ola de dispositivos y servicios orientados a la seguridad de los menores no se queda en el software. Este mismo mes, la compañía finlandesa HMD Global presentó el "Fusion X1", un teléfono diseñado para detectar y bloquear el intento de los niños de grabar o compartir desnudos, así como para impedir que vean imágenes sexualmente explícitas en la cámara, en la pantalla o en aplicaciones. El dispositivo incorpora un sistema desarrollado por la firma británica SafeToNet, especializada en ciberseguridad infantil.

James Robinson, vicepresidente del área familiar de HMD, explicó durante el lanzamiento que la idea de diseñar un dispositivo para niños había surgido antes incluso de que la "Online Safety Act" entrara en vigor, aunque consideró positivo el impulso político: "Creemos que se necesita hacer más en este ámbito", señaló. "Es estupendo ver que el gobierno está dando pasos mayores".

El "Fusion X1" llega en un momento en que crece el movimiento "smartphone-free", que anima a los padres a retrasar o evitar que los menores dispongan de teléfonos inteligentes. Para la NSPCC, el asunto trasciende la aparición de nuevos productos.

Govender advierte que la seguridad infantil deberá convertirse en una prioridad para gigantes como Google y Meta, cuya reputación se ha visto golpeada por acusaciones de haber agravado problemas de salud mental en adolescentes debido al acoso en línea y la adicción a las redes sociales. "Durante años, las grandes tecnológicas se han mantenido al margen mientras contenidos dañinos e ilegales se expandían por sus plataformas, dejando a los jóvenes expuestos y vulnerables", denuncia. "Esa era de negligencia debe terminar".

© SomosTV LLC-NC / Photo: © BBC-NSPCC

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