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La delgada línea entre compartir las vivencias de tus niños y sobreexponerlos

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En la era digital, las redes sociales se han convertido en álbumes familiares públicos donde padres y madres comparten hitos en la vida de sus hijos. Las vacaciones en la playa, el primer día de clases, un partido de béisbol infantil, anécdotas cotidianas que merecen ser celebradas. Sin embargo, esta práctica aparentemente inocente puede convertirse en sobreexposición sin que los usuarios se percaten del cambio, dice USA Today.

Expertos en seguridad digital recomiendan aplicar un sencillo ejercicio mental antes de publicar: ¿compartiría esta información con un desconocido en el supermercado o con alguien con quien estudió hace décadas? En muchos casos, la respuesta sería negativa.

Uno de los aspectos más críticos es la revisión minuciosa del fondo de las fotografías. Aunque no se incluya la geolocalización, detalles aparentemente insignificantes pueden revelar información personal.

Números de casa, nombres de calles, placas de automóviles o elementos reconocibles en el entorno pueden facilitar que cualquier persona con conexión a internet determine ubicaciones y hábitos.

La información personal sobre los niños representa otro punto de cuidado. Nombres de escuelas, docentes o equipos deportivos deben manejarse con discreción, especialmente cuando estos datos son visibles en uniformes escolares o mochilas. Incluso preferencias aparentemente inofensivas, como el caramelo o videojuego favorito de un niño, pueden ser utilizadas inapropiadamente en manos equivocadas.

Un aspecto frecuentemente pasado por alto es el consentimiento de los menores. Cuando los niños alcanzan cierta edad, pueden tener opiniones sobre la difusión de su imagen. Darles la oportunidad de aceptar o rechazar la publicación de fotografías se convierte en un acto de respeto a su privacidad.

La configuración de privacidad en redes sociales ofrece herramientas para gestionar la audiencia de las publicaciones. Una alternativa simple es hacer que el perfil y las publicaciones sean privados, limitando el acceso solo a amigos o seguidores aprobados. Plataformas como Facebook permiten además modificar la privacidad de publicaciones individuales, seleccionando específicamente quiénes pueden ver cada contenido.

Para aquellos que prefieren evitar completamente las redes sociales, compartir historias y fotografías directamente con familiares y amigos de confianza mediante aplicaciones de mensajería sigue siendo una opción segura.

La facilidad con que se puede acceder a información personal en internet ha convertido la prudencia digital en una necesidad rather than una opción. La conciencia sobre estos detalles puede marcar la diferencia entre compartir momentos especiales y exponer inadvertidamente la seguridad familiar.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Zach Frailey

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