¿Juegan los niños ahora menos que sus padres y abuelos?
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Lucia
Cuando hoy ves a tus niños con la tablet, el celular o el joystick en la mano seguramente piensas que en tu niñez te entretenías de formas más activas, que jugabas más y mejor. Es una realidad que nos preocupa a muchos padres, ya que el juego es una parte esencial del desarrollo infantil, dicen en Etapa Infantil.
En un mundo dominado por las pantallas y las actividades estructuradas, es necesario que nos detengamos un momento y reflexionemos sobre cómo podemos fomentar el juego en la vida de nuestros hijos. Por eso, queremos reflexionar sobre este tema y que así los padres puedan poner su granito de arena para que nuestros pequeños puedan seguir disfrutando del juego.
El cambio en los patrones de juego
El avance de la tecnología y la presión académica han contribuido a que los niños de hoy en día jueguen menos que antes. Las pantallas se han convertido en una parte integral de sus vidas, absorbiendo gran parte de su tiempo libre. Los videojuegos, las redes sociales y los dispositivos móviles han capturado su atención y han sustituido en gran medida las actividades al aire libre y el juego imaginativo.
Es fundamental recordar que, más allá de la diversión, el juego es una herramienta vital para el crecimiento y desarrollo de los niños. A través del juego, los niños exploran el mundo, desarrollan habilidades motoras, estimulan su creatividad, aprenden a resolver problemas y establecen relaciones sociales. Además, el juego promueve la autoconfianza, la empatía y la capacidad de adaptación. Es un espacio donde los niños pueden ser ellos mismos y desarrollar su identidad.
Recuperando el juego en la vida diaria
Ahora que entiendes la importancia del juego, es momento de actuar y fomentar más oportunidades de juego en la vida de tus hijos. Para ello, no te pierdas todo lo que te vamos a explicar a continuación. De esta manera podrás conseguir que tus hijos jueguen más y que no hagan tanto caso a las pantallas.
Establece límites con las pantallas
Es importante establecer horarios y límites claros para el uso de dispositivos electrónicos. Limita el tiempo que tus hijos pasan frente a las pantallas y promueve actividades alternativas de juego. Puedes poner un horario al día para tener un control de las pantallas y hacer una lluvia de ideas con tus hijos para que escojan el juego que más les apetezca.
Crea un entorno de juego
Dedica un espacio en tu hogar donde tus hijos puedan jugar libremente.
Puede ser una habitación, una esquina de la sala o incluso un área al aire libre. Llena este espacio con juguetes, materiales artísticos y libros que fomenten la imaginación y la creatividad.
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