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Identifica de qué manera aprenden tus niños

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No existe una única forma correcta de adquirir un nuevo conocimiento. Algunos niños necesitan ver la información desplegarse ante sus ojos, otros requieren escucharla, y muchos necesitan manipularla con sus propias manos para comprenderla en profundidad. Identificar la manera en que un niño procesa el mundo puede transformar la tarea escolar, que a menudo se convierte en un campo de batalla, en un territorio de descubrimiento, dice Todaysparent.

La mayoría de los niños se inclinan, o se mueven entre, tres categorías principales. Están los aprendices visuales, que comprenden mejor cuando la información llega a través de diagramas, vídeos o apuntes llenos de color. Los aprendices auditivos conectan con el sonido; retienen lo que escuchan en una conferencia, una discusión grupal o incluso en una rima. Luego están los aprendices kinestésicos, para quienes el conocimiento requiere acción. Para ellos, las actividades prácticas, los experimentos o los métodos de estudio que incorporan movimiento suelen ser los más efectivos.

Las investigaciones indican que cuando los niños estudian de formas que se alinean con su estilo de aprendizaje, suelen obtener mejores resultados en los exámenes y muestran una mayor confianza. Pero el aprendizaje no es una talla única. Algunos niños se desenvuelven en más de un estilo, y distintas materias pueden demandar estrategias diferentes. El objetivo no es encerrar a un niño en una única categoría, sino ofrecerle un abanico de opciones para descubrir qué es lo que hace que el conocimiento cobre vida para él.

Para el aprendiz visual, las ayudas tradicionales a menudo no son suficientes. Ellos absorben la información cuando se presenta de forma visual y suelen ser enérgicos y observadores, con frecuencia con una apreciación por los detalles. Prefieren aprender mediante ayudas visuales, como imágenes, diagramas, gráficos y vídeos. Se benefician de apuntes codificados por colores, mapas mentales y otros materiales de estudio organizados visualmente.

Se puede recurrir a fichas educativas, símbolos, presentaciones de diapositivas, manualidades y vídeos para apoyar su aprendizaje. Incorporar actividades como juegos de mesa, Lego, scrambles de palabras o "Scrabble", o crear acrónimos y reglas mnemotécnicas puede ayudarles a recordar datos concretos.

En el otro extremo del espectro se encuentra el aprendiz auditivo, para quien el mundo del sonido y la información hablada es el canal principal. Estas personas a menudo prosperan en entornos de lectura y discusiones grupales. Pueden beneficiarse de leer en voz alta o de grabar sus apuntes para escucharlos más tarde. Suelen tener personalidades muy expresivas y poseer excelentes habilidades comunicativas.

"Se expresan muy bien y a menudo les gusta escuchar a los demás", se señala. Los aprendices auditivos pueden seguir una conversación mientras escuchan música y prefieren estudiar con música sonando suavemente de fondo.

El uso de audiolibros, grabaciones, repetición verbal, leer en voz alto los apuntes y las tareas, y la música son herramientas que pueden apoyar su proceso. Actividades de aprendizaje como "20 Questions", "Mad Libs", "I Spy" y "Jeopardy" resultan particularmente efectivas.

Luego está el aprendiz kinestésico, cuyo lema podría ser "aprender haciendo". Tienen una marcada preferencia por las actividades prácticas y aprenden mejor a través del compromiso físico. Estos aprendices suelen beneficiarse de experiencias interactivas, experimentos, juegos de rol y aplicaciones en el mundo real de los conceptos.

Utilizar herramientas como juegos educativos, dibujo, manualidades, incorporar movimiento durante el tiempo de estudio y emplear juguetes sensoriales o pelotas antiestrés durante las lectures y discusiones puede ofrecerles el apoyo que necesitan.

Curiosamente, algunos aprendices kinestésicos también muestran una preferencia por la información textual y aprenden mejor leyendo y escribiendo. "Procesan la información mejor mediante la lectura de libros de texto, tomando apuntes detallados y escribiendo ensayos". También pueden beneficiarse de resumir la información con sus propias palabras. Por ello, hacer listas, reescribir notas y releer textos, convertir ideas visuales en escritura y leer en voz alto son estrategias complementarias.

Una vez que se identifica el estilo de aprendizaje de un niño, el apoyo se puede extender más allá del hogar. La mayoría de los profesores presentan la información en varios formatos para adaptarse a todos los estilos. Si un estudiante necesita ayuda con una materia concreta, se puede consultar con su profesor o tutor para determinar su estilo de aprendizaje y presentar la información de la manera que mejor pueda absorber.

También se puede recurrir a tests rápidos en línea en sitios como ID Pride o VARK. "Los tutores y los profesores también son excelentes para comprender los estilos de aprendizaje, y pueden ayudar a su estudiante a entender sus estilos de aprendizaje y a convertir la información en un formato que conozcan mejor".

Al final, cada niño encuentra su camino. Uno sigue el rastro de los colores en un mapa, otro escucha el eco de las palabras y un tercero necesita sentir el peso de las cosas entre sus manos. El aprendizaje, en esencia, es un viaje personal que se construye con los sentidos.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Smartyca

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