El primer signo de que tu niña/o tiene altas capacidades
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Lucia
El término altas capacidades intelectuales (AACC) hace referencia, según el Grupo de Trabajo de Altas Capacidades (GTAC), a personas que “presentan características intelectuales cuantitativa y cualitativamente superiores de manera significativa a la mayoría de la población en una, diversas o todas las áreas de aptitud, sea cual sea la edad de la persona”. Detectar si un niño posee altas capacidades o si simplemente tiene un desarrollo habitual puede ser un desafío para los padres y educadores, ya que algunas señales iniciales pueden ser ambiguas o incluso confundirse con talentos específicos.
La Asociación Española de Superdotados y con Talento (AEST) identifica ciertas características comunes en niños con AACC que podrían ser indicadores iniciales. Entre estas se encuentran:
Un alto nivel de curiosidad.
Una capacidad de observación destacada.
Un desarrollo del lenguaje avanzado en comparación con otros niños de la misma edad.
Sin embargo, estas características no se presentan de manera uniforme en todos los niños con altas capacidades, lo que complica la identificación temprana. A pesar de esta diversidad, los especialistas coinciden en que existe una característica común a la mayoría de los niños con AACC: una memoria excepcional.
La memoria como señal clave
En su libro Hijos con altas capacidades. El reto de educarlos, los psicólogos Olga Carmona y Alejandro Busto destacan que “la memoria de los niños y las niñas con altas capacidades es una característica común a todos y una de las que los padres primero observan”. Esta capacidad no se limita a un tipo específico de memoria, sino que abarca múltiples formas:
Memoria sensorial: retienen información relacionada con los sentidos.
Memoria episódica: recuerdan detalles concretos de eventos pasados.
Memoria semántica: almacenan conocimientos generales, como listas o datos.
Memoria procedimental: recuerdan cómo realizar tareas complejas sin esfuerzo consciente.
Los autores añaden que los niños con AACC suelen poseer memoria eidética, también conocida como memoria fotográfica. Según ellos, esta es “la capacidad para recordar imágenes o sucesos con niveles de detalle muy precisos sin esfuerzo y sin usar mnemotecnia”. Como ejemplo, mencionan que estos niños pueden recordar “el día que les levantaste la voz o les castigaste, aunque haga años de eso”, o detectar incongruencias en los discursos o acciones de los adultos.
La memoria eidética es más común en la infancia que en la adultez. Según datos recogidos por la BBC Focus, “entre el 2 y el 10% de los niños a temprana edad experimenta este tipo de memoria, pero se desvanece a los
6 años cuando se aprenden otros métodos para procesar la información”.
Esto sugiere que muchos niños, independientemente de sus capacidades intelectuales, experimentan una memoria notable en sus primeros años, aunque esta capacidad tiende a desaparecer con el tiempo.
Pruebas para identificar altas capacidades
El Instituto Psicológico Morgenstern señala que “cada niño con AACC tendrá un perfil único”. Esto implica que no hay un único conjunto de señales universales, sino que las altas capacidades pueden manifestarse de formas distintas. Para confirmar si un niño pertenece al grupo de personas con altas capacidades, es necesario someterlo a evaluaciones específicas realizadas por profesionales especializados. Estas pruebas permiten analizar diferentes áreas de aptitud y proporcionan un diagnóstico basado en evidencia científica.
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