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¿Con qué frecuencia debemos bañar a los bebés?

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Lucia

Los padres primerizos buscan ayuda para hacer lo correcto al atender a sus bebés, y uno de los capítulos donde hay más dudas es el de los baños. ¿Qué precuencia es la ideal en sus primeros años de vida? Así responden desde La Vanguardia.
Cuando nace un bebé, uno de los objetivos de los padres es establecer un horario que fije una estabilidad en lo que se refiere a comidas, baño y sueño. Por este motivo, el baño nocturno suele ser habitual como parte de la rutina para irse a dormir, como un elemento relajante que puede ayudar al bebé a estar más tranquilo e inducirle poco a poco al sueño.
Pero... ¿realmente hace falta bañarle todos los días? ¿o se trata de una estrategia de los fabricantes de geles y champús infantiles para gastar más producto?
Según apuntan los pediatras, por debajo de los 6 meses no es necesario el baño diario, ya que a esta edad se ensucian muy poco. Así que en los bebés el baño depende de las preferencias de los padres y del niño. Por lo tanto, aquellos que quieran incorporar la rutina pueden hacerlo con tranquilidad, eso si, teniendo en cuenta que hay que utilizar jabones y lociones apropiadas para la piel delicada de los más pequeños. Otros pueden optar por hacerlo un día si y otro no, en función de las preferencias de los padres.
Eso sí, en el caso de que el niño sufra algún problema en la piel, como una dermatitis atópica, se debe consultar con un especialista porque en estas ocasiones el baño diario puede ser contraproducente.
Cuando el niño empieza a gatear y a comer solo, recuerdan los especialistas, suelen mancharse en exceso. Lo mismo ocurre cuando comienzan andar y se vuelven más activos. En estos casos, a partir de los 10-12 meses si que es recomendable realizar un baño diario. Hasta los 4 ó 5 no se suele recomendar la ducha, porque además de la higiene el baño tiene otra función.
El baño es una manera de fomentar la autonomía del niño, sobre todo a partir de los seis meses. Es una oportunidad de juego y de comenzar a desarrollar hábitos que le ayuden en su higiene personal, oportunidad que se acrecienta a partir de años. Y ya, después de cumplir los dos años y siempre bajo supervisión de los adultos, los niños pueden comenzar a bañarse ellos solos.
Para el baño se recomienda una bañera con agua que alcance una temperatura de entre 36 y 38 ºC. Según los pediatras, hay que comprobar la temperatura antes de introducir al niño, con el dorso de la mano o el codo. La habitación debe estar caldeada para que el niño no sienta frio ni al entrar ni al salir del agua. Se recomienda el uso de una esponja fina o la mano para frotar suavemente al niño.
Una vez terminado, se ha de secar al niño sin frotar y con una toalla suave, teniendo en cuenta los pliegues (ingles, axilas, cuello) y los genitales par a evitar infecciones.
En lo que respecta al pelo, depende de la edad del niño  y las características del pelo. Se recomienda lavar con más frecuencia los cabellos grasos y menos si es un cabello seco. Una vez realizado el baño, se puede secar con una toalla y luego un secador.
Photo: © Phyllis Buchanan / wikimedia

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