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El aprendizaje musical en etapa preescolar potencia la formación en otras materias

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Experiencias de aprendizaje musical en la etapa preescolar están demostrando cómo potencian la formación en otras materias en la posterior educación, dicen en Whyy.org. En una sala de clases en Hopewell, Nueva Jersey, Lyla Cherkassky, de tres años, se mueve al compás de la música. Asiste a su clase semanal en el Music Together Princeton Lab School junto a su madre, Jessie, una actividad que la niña describe como su favorita. "Sí, instrumentos y muchas cosas", comentó Lyla entre risas. "Bailé todos los bailes que quería bailar, ja ja".

Norah Wasden, profesora del programa, observa cómo sus estudiantes utilizan instrumentos y accesorios para mantener el ritmo durante la clase. Según explica, estas actividades generan un impacto que va más allá de lo musical. "Tanto musicalmente como en otros aspectos, porque la música apoya todo otro tipo de aprendizaje", señaló Wasden. "Es muy importante para las primeras habilidades matemáticas, está relacionada con las habilidades prelectoras y la conciencia fonémica, es muy buena para el control inhibitorio, la concentración y la atención".

La conexión entre música, movimiento y desarrollo infantil está siendo explorada por un número creciente de investigaciones. Steph Benischek, directora del consejo de música general de la Asociación Nacional de Educación Musical, afirmó que exponer a los niños pequeños a la música "mejora su conciencia fonológica, aumenta su vocabulario, fortalece sus habilidades de escucha, lo que ayuda más adelante con la comprensión lectora".

Benischek agregó que cuando la música se combina con movimiento, aparecen beneficios adicionales. "Les ayuda a prestar atención, mejora su capacidad para trabajar con otras personas, porque si te mueves es con otras personas", explicó. "Es la conciencia de que este es mi espacio en esta comunidad, todos podemos tomar turnos, seguir direcciones y trabajar juntos".

Nicolette Hankh, cuya hija Alice comparte clase con Lyla, ha observado cambios en su hija desde que comenzó el programa. "Siento que para todos los niños simplemente desbloquea una magia que todos los niños tienen, la confianza que sale de ello y las sonrisas, y es tan genial", comentó.

Rebecca Parlakian, directora senior de programas de Zero To Three, una organización sin fines de lucro centrada en el desarrollo saludable de bebés y niños pequeños, mencionó investigaciones que respaldan estas observaciones. Citó un estudio realizado en la Universidad Estatal de San Diego que encontró que un programa de intervención musical aumentó las habilidades sociales y emocionales de niños en edad preescolar cuando interactuaban con sus compañeros. También se refirió a otra investigación que demostró que los niños en un grupo de música y ritmo mostraron una mayor disposición a ayudarse mutuamente y a cooperar en tareas de resolución de problemas.

"La experiencia cooperativa de hacer música juntos, de alguna manera, preparó a los niños para transferir esa perspectiva y esa capacidad a otras situaciones", afirmó Parlakian.

Wasden dijo haber observado que los niños en su clase se convierten en mejores oyentes y demuestran voluntad de cooperar y trabajar juntos en proyectos, incluso ayudando a guardar los artículos después de la clase. "Es realmente un proceso de desarrollo que no ocurre en un solo semestre, ocurre a lo largo de años, y es tan emocionante verlo y ser parte de ello", expresó.

Julie Sansone, gerente de marketing y comunicaciones globales de Music Together Princeton Lab School, explicó que la creación del programa se basó en una investigación exhaustiva. "Lo que eso significa es que basamos todo el plan de estudios y todo lo que sucede en clase en investigaciones sobre desarrollo infantil temprano, en desarrollo musical de una variedad de investigadores", señaló. "La música es parte de la vida cotidiana, parte de ser humano, y se expresa de muchas maneras diferentes a lo largo de nuestras vidas".

Sarah Orfe, directora de Music Together Princeton Lab School, enfatizó la importancia de que los padres participen con sus hijos en estos programas creativos. Dijo que es maravilloso cuando mamá o papá les cantan a sus hijos. "Y no importa lo bien que cante el padre, si son cantantes terribles, el niño todavía está aprendiendo a tener alegría por la música", afirmó.

Jason Krane, de East Windsor, asiste a la clase de familias mixtas en Music Together con su hijo Wyatt, que cumplirá dos años en diciembre. "Él saca mucho provecho de ello, llega a casa y canta las canciones, lo oímos tararear, y el otro día estaba golpeando su almohada con los tambores, así que está muy comprometido y le encanta", contó Krane. Agregó que en la guardería de Wyatt le han comentado que quieren tenerlo en la clase "porque es cantante y bailarín".

Para Nicole Domanski, el programa ha sido una herramienta útil en la crianza de su hijo Hudson, de dos años. "Las transiciones pueden ser difíciles para ponernos el pijama, para entrar en la bañera, así que usar la canción nos ha enseñado a hacer que las cosas normales de la vida sean un poco más fáciles", explicó.

Cada semestre, los padres reciben un conjunto de música para llevar a casa. Orfe expresó su esperanza de que "escuchen eso en casa, que toquen esas canciones y que canten esas canciones", porque, según explicó, "sabemos que el corazón y el cerebro responden de manera diferente a la voz cantada que a la música pregrabada".

© SomosTV LLC-NC / Photo: © baneyjonesmusic.com

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