Cuando tus niños se pelean: Cómo resolver conflictos
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Lucia
Los conflictos entre niños en edad preescolar son comunes y forman parte del proceso de aprendizaje social. Sin embargo, para los adultos, estas disputas pueden ser un desafío, especialmente cuando ocurren entre hermanos, vecinos o amigos. Abordarlas de manera adecuada no solo ayuda a resolver el problema en el momento, sino que también enseña habilidades importantes para la vida, como la comunicación, la empatía y la resolución de problemas.
Los conflictos en los niños pequeños suelen estar relacionados con su etapa de desarrollo. Durante los primeros años de vida, los niños aún están aprendiendo a compartir, expresar emociones y manejar la frustración. Algunas causas frecuentes de los conflictos incluyen:
La lucha por juguetes o recursos compartidos.
Dificultades para compartir la atención de un adulto.
Desacuerdos sobre las reglas de un juego.
Falta de habilidades para expresar emociones de forma adecuada.
Es importante recordar que, a esta edad, los niños no buscan intencionalmente lastimar a otros, sino que sus comportamientos suelen ser una respuesta a emociones intensas o a la falta de herramientas para resolver el problema.
Cómo intervenir en un conflicto
La intervención de un adulto en los conflictos preescolares es esencial para guiar a los niños hacia soluciones constructivas. A continuación, se presentan algunos pasos clave:
1. Mantén la calma y asegúrate de que todos estén seguros
Antes de abordar el problema, verifica que nadie esté en peligro físico.
Si el conflicto involucra empujones, golpes o gritos, separa a los niños de manera tranquila pero firme.
2. Escucha a ambas partes
Dales a los niños la oportunidad de explicar lo que sucedió. Utiliza frases como: "Cuéntame qué pasó" o "¿Cómo te sientes?". A esta edad, los niños necesitan practicar cómo expresar sus emociones y explicar sus perspectivas.
3. Valida sus emociones
Reconoce los sentimientos de ambos niños, incluso si sus acciones no fueron apropiadas. Por ejemplo: "Entiendo que estés molesto porque querías jugar con el camión" o "Sé que te sientes triste porque él tomó tu juguete".
4. Evita culpar o etiquetar
En lugar de señalar culpables, enfócate en el problema y no en los niños. Esto evita que los pequeños se sientan atacados o etiquetados como "el malo" o "la víctima".
5. Promueve la búsqueda de soluciones
Anima a los niños a pensar en maneras de resolver el problema. Pregunta:
"¿Qué podemos hacer para que los dos estén contentos?" o "¿Cómo podrían turnarse para jugar con el juguete?". Ayúdales a llegar a acuerdos que sean justos para ambos.
6. Refuerza comportamientos positivos
Cuando los niños logran resolver un conflicto, felicítalos por su esfuerzo. Puedes decir algo como: "Qué bien que encontraron una solución juntos".
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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